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Vencer al Covid-19 en la UTI: “Cada paciente recuperado es una batalla ganada en esta guerra”

El hospital neumonológico le hace una despedida especial a quienes reciben el alta. El testimonio de los trabajadores de la salud.
Nadie en el mundo ha podido explicar con certeza de dónde y cómo salió el Covid-19, pero algo que muchos entendimos en este último año es que la vida, los abrazos y el compartir afecto, son lo único invaluable en el universo. Quienes mejor entendieron esta enseñanza y conocen del valor de la vida es el personal de salud y los que padecieron la enfermedad con todo lo que ello implica: aislamiento, internación y en los peores casos, la muerte.
El hospital Gumersindo Sayago no es solo el “hospital neumonológico”, es también el trabajo de decenas de personas empáticas que priorizan el bienestar de la comunidad ante su propia vida.
Con profesionalismo, dedicación y mucha empatía, el personal de la UTI del hospital neumonológico no solo atiende a los pacientes con Covid-19 durante semanas enteras, sino también se ocupa de transmitirles afecto y hacerlos sentir importantes. Con este propósito y mucho cariño, cada paciente que recibe el alta también recibe una despedida alegre y tierna por parte de médicos y enfermeros de la UTI.
Diego Rodríguez, terapista del hospital, contó a Nuevo Diario: “Les hacemos una despedida especial tras ese mal momento que pasaron en la terapia”. Emocionado, agregó: “Festejamos cada alta a cada paciente que se recupera del Covid-19. Lo festejamos a lo grande porque nos pone muy feliz como grupo de trabajo”.
Daniel Regatuso, quien también se desempeña en la UTI del hospital Gumersindo Sayago, contó: “Hace poco tiempo que estoy en la terapia, pero fue suficiente para darle otra importancia y otro significado a la palabra ‘vida’. Estar aquí es comprender al paciente, es lo que mejor tenemos que hacer porque ellos están totalmente solos; a veces, la única voz que escuchan y la única cara que ven es la nuestra, nosotros somos su psicólogo, peluquero y su familia”. Explicó: “Siempre tratamos de mantener presente que sus familias los están esperando y que tienen que pelearle y salir de esta situación”.
Daniel asegura: “Lo viví en carne propia y ver a un paciente recuperado es algo muy lindo. Por ahí nos damos cuenta de que falta mucho para ganar la guerra, pero cada paciente recuperado es una batallada ganada. Te llena el alma, es algo muy lindo”.
Cerró valorando “el equipo que hay en la terapia del neumonológico, es muy humano y un trabajo en conjunto”.