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Una visita al oftalmólogo es conveniente antes de que los chicos reinicien el período escolar

El doctor Ricardo Passone dijo que al margen del certificado de apto escolar, es recomendable un control, para evitar problemas durante el tiempo de clases.

Revisar el carné de vacunación, hacer una visita al oftalmólogo y realizar la consulta pediátrica con su médico de cabecera, son las tareas que los padres o tutores pueden tomar como un trámite que deben cumplir antes del colegio, ya que se trata en realidad de una inmejorable oportunidad para conocer la salud de los niños y adolescentes.

Si bien es habitual que las escuelas y colegios pidan un control visual básico, estos solo evalúan la agudeza, pero pasan por alto otros aspectos visuales y la detección de patologías crónicas, congénitas o hereditarias.

Tampoco son efectivas en el asesoramiento a los padres y niños para mejorar los hábitos de lectura y el uso adecuado de sus ojos. Es por todo eso que no se debería confiar solo en ellas la salud visual de nuestros hijos, sino que es necesario complementarlas con una consulta con un médico oftalmólogo.

“Un buen control oftalmológico es lo que corresponde antes de que los chicos vuelvan a la escuela”, aseguró el médico oculista santiagueño, Dr. Ricardo Passone, y precisó que lo básico es un control de “la agudeza visual cercana y lejana, tanto de cada ojo por separado como binocularmente”, y que en caso de detectarse algún problema, realizar otros estudios específicos.

Recordó que durante las vacaciones, los chicos emplean mucho las pantallas, ya sea de computadoras, como tablets y celulares, lo que podría acarrearles algún inconveniente visual.

“Sabemos que el uso y abuso de celulares y demás elementos, y eso hace que de pronto los chicos tengan algunas alteraciones, que sean necesarias revisarlas, más en momentos en que están próximos a reiniciar la actividad escolar”, ahondó Passone.

Respecto de la detección de los problemas visuales de los chicos, el profesional recordó que “los docentes son los primeros que advierten alguna deficiencia, cuando no leen bien, o se acercan mucho al pizarrón o a los libros, y los padres lo mismo en las casas”.

Cada cuánto hay que realizar un control

En cuanto a la frecuencia de los controles visuales a los chicos, en general, depende de la edad del paciente, de los antecedentes familiares, y de los hallazgos en las consultas previas. No cabe duda acerca de la importancia de realizarla al comenzar la escuela primaria, alrededor de los 6 años.

Si este control es normal y no existen antecedentes relevantes, se puede realizar cada dos años hasta la pubertad.

A partir del inicio del colegio secundario, aproximadamente, es importante hacerla en forma anual, ya que es frecuente observar la aparición de miopía durante esta etapa de la vida, la cual aumenta mientras el paciente crece y entra en la adultez.

Un control oftalmológico completo realizado en el momento oportuno puede marcar la diferencia.

Pantallas: una costumbre que puede ser muy dañina

El uso frecuente de celulares y computadoras puede dañar la calidad de vista del niño porque tiene los ojos sensibles y estos equipos muchas veces no cuentan con la protección debida para los rayos que proyectan, advierten los especialistas.

Precisan que “lo ideal es que no estén utilizando todo el tiempo porque disminuye la visión y empiezan los problemas”.

Respecto de la prevención, aseguran que es importante reconocer a tiempo el problema y no solo llamarle la atención al pequeño que puede tener dificultades en el aprendizaje, ya sea en la distinción de colores o para empezar a escribir.

Muchas veces se les llama la atención porque no prestan atención o no están aprendiendo las lecciones, pero eso puede significar un problema de vista.