La mitad de los fallecimientos se registraron en aguas de la cuenca mediterránea, donde 2.242 personas se ahogaron en su intento de llegar a Europa desde el Magreb y Oriente Medio, de acuerdo con el Proyecto Emigrantes Desaparecidos, que enumera uno por uno casos de la OIM y de fuentes no oficiales hasta el 16 de diciembre.
GINEBRA. Un total de 4.503 personas fallecieron o desaparecieron este año cuando intentaban emigrar, un 36% menos que en 2017, según cifras de la Organización Mundial de la Migración (OIM) en las que se evidencia que el Mediterráneo continúa siendo la región con más muertes.
La mitad de los fallecimientos se registraron en aguas de la cuenca mediterránea, donde 2.242 personas se ahogaron en su intento de llegar a Europa desde el Magreb y Oriente Medio, de acuerdo con el Proyecto Emigrantes Desaparecidos, que enumera uno por uno casos de la OIM y de fuentes no oficiales hasta el 16 de diciembre.
De los 2.242 fallecidos en 2018, un total de 1.282 partieron de las costas libias y de Túnez, principalmente con destino a Sicilia, mientras que 793 salieron desde las costas de Marruecos y Argelia sobre todo con el objetivo de llegar a España y 167 perdieron la vida en el Mediterráneo Oriental.
Tras el Mediterráneo, África del Norte y la región subsahariana concentraron el mayor número de muertes o desapariciones, con 567 y 545, respectivamente.
En Latinoamérica se registró una ligera subida de los fallecidos en la frontera entre México y EE.UU. (de 348 casos en 2017 a 376 en lo que llevamos de 2018), pero las cifras no han variado mucho con respecto a 2016.
Hubo 77 muertes en América Central, 32 en el Caribe y 27 en Suramérica, donde el principal éxodo va desde Venezuela a naciones cercanas.
En los países latinoamericanos se ha registrado este año un descenso del 25 por ciento de fallecimientos (512) con respecto a los 677 del pasado año.