Uno de los puntos a considerar es la durabilidad porque una persona tiene que saber que habrá secuelas psicológicas que van a estar durante un plazo más cortos, y otros, durante plazos más largos.
“Una de las cosas más preocupantes, sobre todo para las personas más jóvenes es la complicación que hay a nivel atencional y todo lo asociado con lo que está sucediendo a lo puramente cognitivo en el sentido de las alteraciones que se producen a nivel neurológico. Esto genera un malestar psíquico, porque el Covid afecta a la salud mental. Una de las cosas que hay que tener en cuenta, que no se está trabajando, es el tema de la prevención de ciertas patologías mentales que esto tendrá. Se está comprobando que, estadísticamente la tercera parte de la población la padece, y generalmente son más que nada, las mujeres. Es muy importante ver los antecedentes históricos que certifican de alguna manera, que después de una pandemia habrá como consecuencia, como mínimo una epidemia en el trastorno de salud mental”, consideró la Lic. Emily Azar.
Por ello remarcó que “es importante considerar que hay factores que pueden ser indicadores respecto de ansiedad, depresión o lo que fuere, pero que no todo termina siendo un trastorno.