Ir al contenido

Tarjeta Alimentar: Movimientos sociales cuestionan iniciativa del Gobierno y reclaman creación de trabajo genuino

El diputado nacional y referente de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Juan Carlos Alderete, se sumó hoy a los cuestionamientos vertidos en las últimas horas por los dirigentes Emilio Pérsico del Movimiento Evita y Juan Grabois de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), por entender que la decisión del Gobierno nacional de ampliar el alcance de la Tarjeta Alimentar, se trata de un “parche” que no resuelve la cuestión de fondo, que es la generación de “puestos de trabajo” genuinos.
“La Tarjeta Alimentar es un parche por el momento, pero realmente no soluciona nada, porque acá la única salida es con trabajo”, señaló Alderete y agregó que “el Estado tiene que hacer una inversión en la obra pública porque todos sabemos que una de las salidas es la construcción de viviendas, lo que implica una reactivación de la producción y la generación de puestos de trabajo”.
“Los programas sociales han mejorado mucho, pero si uno no le agrega la motivación del trabajo, solo quedan en buenas intenciones”, agregó el dirigente social, quien advirtió que desde las organizaciones territoriales vienen proponiendo desde hace mucho tiempo “la salida laboral y vamos a seguir en ese mismo camino”.
El legislador nacional precisó que desde la CCC le han presentado al gobierno algunos proyectos como el de la ley de Tierra, Techo y Trabajo, el cual afirma, fue elogiado por el presidente Alberto Fernández, y pese a ello, dicha iniciativa aún no tiene tratamiento en el Congreso, pese a contar con el aval de 32 diputados nacionales de tres bloques diferentes.
Alderete dijo que no fueron consultados por el Gobierno respecto a la ampliación de la tarjeta Alimentar y agregó: “Nosotros hemos dicho claramente que fue un error en su momento sacar el IFE, así como implementarlo de la forma en que lo hicieron. Esa debió ser una ayuda puntual en medio de las dificultades que tenemos que son enormes. Algunos compañeros se pudieron sostener un poco con esa ayuda, pero otros no lo pudieron hacer, por lo que entedemos que hay que modificar la mirada”, subrayó.
Las declaraciones de Alderete se sumaron a las críticas vertidas ayer por Pérsico, quién consideró que “el gasto en ayuda directa, la Tarjeta Alimentar, nos incluye como consumidores, pero eso no es inclusión social, la única inclusión es el trabajo”.
En ese sentido, en un vídeo difundido entre las distintas agrupaciones sociales tanto oficialistas como opositoras, Pérsico advirtió que la iniciativa del Gobierno “no resuelve el problema de la inflación” porque esta se termina comiendo la ayuda, por lo que la tarjeta “es pan para hoy y hambre para mañana”.
Un tanto más vehemente resultó Grabois, quién en una columna de opinión publicada hoy en el portal del DiarioAr.com, afirmó que si bien “nadie puede estar en contra de los anuncios sociales del viernes”, advirtió que “teniendo en cuenta la situación dramática que vive nuestro pueblo, con niveles de pobreza y desigualdad catastróficos, que más familias tengan una tarjeta para comprar alimentos es algo. Un consuelo frente a tanta malaria”.
Dijo además, que ven “con tristeza cómo nuestro gobierno comete errores permanentes por una incomprensible ceguera” y agregó que sienten la obligación de poner en debate la decisión de profundizar el camino iniciado con la Tarjeta Alimentar.
En otro tramo, el abogado señaló que “finalmente, el gabinete económico definió romper el chanchito que parecía reservado exclusivamente para Kristalina Georgieva, mientras en la Argentina crece la pobreza y la desigualdad. Bien. Gran decisión. El problema es que se decidió aplicar los recursos a una política que solo puedo calificar con una palabra. Es una política estúpida”.
Indicó que no ve “mala intención” por parte del Ejecutivo nacional, pero subrayó que la medida “carga un enorme desconocimiento de la realidad, un temor reverencial a los formadores de opinión, una confianza infantil en los formadores de precios, una enorme desvalorización de los trabajadores, una enorme sobrevaloración de los tecnócratas y una adicción inocultable a los focus groups”.
El asesor del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, también destacó que la Tarjeta Alimentar “es un ejemplo de asistencialismo puro”, una decisión “un tanto improvisada que definió un conjunto funcionarios encerrados en una oficina”.
Como contrapartida, señaló que desde los movimientos populares, creen “que contra el hambre, la pobreza y la indigencia hay una sola salida” la del “trabajo, remunerado y con derechos laborales”.
Ante la embestida de los dirigentes territoriales, el ministro de Desarrollo social, Daniel Arroyo en declaraciones a CNN Radio, reafirmó la vocación del Gobierno de “financiar” el acceso a los alimentos de los sectores más vulnerables del país, al “reordenar” el Presupuesto y fortalecer políticas como la Tarjeta Alimentar, que permite que “los productores le vendan directamente a los consumidores”.
El funcionario planteó que “el precio de los alimentos es el problema más grave” en la Argentina y valuó que “la intermediación” en la cadena comercial perjudica a las familias más necesitada, al tiempo que reivindicó la decisión adoptada de ampliar el alcance de la tarjeta Alimentar, que pasó “de 1.900.000 a 4 millones de beneficiarios” desde el inicio de la pandemia de coronavirus.