El Ministro de Seguridad fue agredido por los compañeros del chofer de 65 años que fue ultimado de un tiro en el pecho.
Todo el dolor y la bronca por el asesinato de Daniel Barrientos esta madrugada recayó sobre el Ministro de Seguridad, quien fue agredido por los compañeros del chofer de 65 años que fue ultimado de un tiro en el pecho.
Desde esta mañana, todos los colectiveros de la zona oeste de CABA decidieron realizar un paro general por la muerte de su compañero que estaba a un mes de jubilarse. Todos los choferes reclaman mayores medidas de seguridad ante la creciente ola de ataque que sufren por delincuentes.
Sin embargo, los ánimos llegaron a su punto de ebullición cuando los colectiveros vieron acercarse al Ministro de Seguridad bonaerense. De pronto todo se convirtió en una batahola, en la cual Sergio Berni recibió empujones, golpes y hasta botellazos por parte de los choferes.
Berni acudió al lugar con Jorge D’onofrio, ministro de transporte bonaerense, para dialogar con los choferes que cortan la General Paz, en ambas manos, para repudiar y exigir mayor seguridad en el Conurbano.
«Entiendo el dolor que están pasando. Estoy acá porque sé lo que pasan todos los días», manifestó el ministro mientras era protegido por la Policía.
Detrás de lo expresado por Berni se escucharon gritos de enojo por parte de los diversos colectiveros que están de paro: «Soy el único que da la cara. No me escondo».
Y agrego: «Vengo a sentarme a hablar con ellos, no hay soluciones mágicas».
Mientras hablaba, los empujones y gritos continuaban mientras el Ministro estaba arrinconado sobre un paredón de la General Paz. Incluso hasta le arrojaban tomates, tierra y botellas.
Por más que los minutos pasaban, el clima solo empeoraba y se tuvo que hacer presente en el lugar personal de Infantería de la Policía de la Ciudad para poder sacarlo del tumulto.
Sergio Berni insistió en reunirse con los choferes para hablar, pero la policía tuvo que evacuar en un auto blindado, mientras que infantería trataba de contener a los manifestantes furiosos.