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Revolución gaucha en los festejos por el Bicentenario

Hombres y mujeres van a caballo desde distintas provincias. Hoy realizarán un abrazo a la Casa de Tucumán y el sábado participarán del tradicional desfile.

al rededor de seis mil gauchos provenientes de distintas provincias engalanarán la celebración del Bicentenario de la Patria el 9 de Julio en Tucumán.

En la página de Facebook de la Federación Gaucha de Tucumán se da una simbiosis muy particular: el pasado y el presente parecen unidos por el mejor compañero del hombre: el caballo.

En el muro hay fotos de los gauchos que vienen cabalgando hacia Tucumán, tal como se lo hacía en 1816, pero en pleno siglo XXI.
Ellos registran cada etapa del viaje y comparten las imágenes en la red social más grande del planeta. ¿Qué los impulsa a dejar su casa, su familia y su trabajo para viajar a Tucumán? Algo simple y profundo a la vez: participar de los festejos por el Bicentenario de la Independencia y formar parte de una de las concentraciones gauchas más grandes de las que se tenga memoria.

Las autoridades de la federación (agrupa a unas 40 asociaciones tradicionalistas tucumanas) calculan que este fin de semana habrá en la ciudad unos 3.000 gauchos llegados de otras provincias. A ellos hay que sumarles casi la misma cantidad de tucumanos que se preparan para desfilar el 9 de julio por la avenida Mate de Luna. En total, se espera que unos 6.000 paisanos, entre ellos santiagueños, se encuentren en Tucumán, 2.000 más que los que desfilaron en Jujuy en 2012, durante los festejos por el Bicentenario del Éxodo jujeño.

Vino tucumano para el brindis

El martes, los bodegueros tucumanos denunciaron que en el brindis oficial del 9 de Julio se iba a usar vino mendocino y no el que había sido especialmente elaborado en Tucumán. Hoy, el Gobierno provincial anunció que ya se subsanó el problema y que el vino local regará las mesas el sábado. Los organizadores porteños no estaban al tanto de la existencia de este vino.

Hay una mesa y sillones de 1816

El Convento de San Francisco de Tucumán prestó una mesa, tres sillones y una imagen de Cristo Crucificado, utilizados para las misas cantadas, para que el Congreso constituido en 1816 pudiera sesionar con normalidad.

El fray Marcos Porta contó que “sobre esta mesa se firmó el Acta de Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 9 de julio de 1816”.