El ranking fue elaborado por la Revista Plos Biology, con fórmulas que evalúa a los científicos por el impacto de las citas de sus publicaciones a lo largo de su carrera hasta finales de 2019. El Director del IMSaTeD (UNSE-CONICET), Dr. Horacio Cantiello figura entre los 170 del país.
Entrevistamos al Dr. Horacio Cantiello, director Instituto Multidisciplinario de Salud, Tecnología y Desarrollo de la Universidad Nacional de Santiago del Estero – CONICET, que fue evaluado a nivel mundial y nacional, a través de una serie de indicadores, como lo es el índice de Scopus, entre otros, que dan idea de la cantidad, la calidad y el impacto que tienen las publicaciones de cada investigador.
Cecomi-UNSE: ¿Qué nos puede contar sobre el ranking de científicos y quién lo realiza? ¿es la primera vez que se realiza o ya se viene realizando?
Dr. Cantiello: En general, es difícil determinar el impacto que un investigador o su trabajo puedan tener, y eso surge con el tiempo, si es que hay interés en saberlo. Los científicos somos evaluados a nivel mundial, y nacional, a través de una serie de indicadores, como lo es el índice de Scopus, entre otros. Estos indicadores dan idea de la cantidad, la calidad y el impacto que tienen las publicaciones de cada investigador. En este caso en particular, se evaluó por un lado el impacto de las publicaciones en un solo año (2019) y el impacto a lo largo de la carrera de los investigadores (en la tabla se puede observar el lapso de tiempo en que se evaluó a cada investigador). Para ello se creó un índice y se publicó una lista de más de 100.000 autores (exactamente 159.684) que encabezan el ranking mundial, y de los cuales aparecen 170 argentinos (0,1%). Estoy entre ellos. Es un ranking que se elabora con cierta periodicidad, aunque en este caso, fue publicado en la Revista Plos Biology, con fórmulas que van mejorando para que la evaluación sea más relevante.
CU: ¿Cuál es el objetivo de este ranking? y ¿Cómo se realiza la selección?
Dr. Cantiello: En ciencia, una de las cuestiones más relevantes es la calidad y el impacto que tiene la producción científica de quienes llevamos a cabo investigaciones científicas. Es decir, si un estudio no tiene a corto o largo plazo una llegada a la comunidad científica internacional, o nacional, o al público en general, si fuera un tema de interés únicamente regional, su impacto en bajo. En otras palabras, su contribución al conocimiento, si bien puede ser válido, no aporta tanto como otro que sí impacta en la comunidad. Generalmente se evalúa a partir del número de citas de los trabajos en las investigaciones de otros científicos. Los índices de calidad se utilizan para todo en ciencia. Cuando por ejemplo se evalúa la promoción de investigadores en el escalafón de la carrera del investigador del CONICET, uno de los criterios usados es la cantidad y calidad de lo que publica. Lo mismo para los pedidos de subsidios a nivel mundial, se evalúa cuán válido es destinar el dinero a una determinada investigación y no a otra. En este caso este ranking aporta más información para conocer a los investigadores que encabezan la lista y de alguna forma, darle validez y credibilidad a sus hallazgos.
La selección se realizó mediante la construcción de un nuevo índice que pondera tanto el número de publicaciones, como la calidad, en qué revista se publicó, si el autor fue citados por otro, cuánto ha sido citado, la calidad de las revistas en la que publica.
CU: ¿Quiénes participan del proceso de clasificación y calificación?
Dr. Cantiello: Este es un tema complejo. Los autores de este ranking en particular son los Drs. John P. A. Ioannidis, Kevin W. Boyack, Jeroen Baas de la Universidad de Stanford en California, pero cabe aclarar que han desarrollado su nuevo índice sobre parámetros que son reconocidos internacionalmente por la comunidad científica. Así es que si bien son ellos quienes han elaborado la lista, esta se basa en criterios que aceptamos la comunidad de investigadores en nuestra mayoría.
CU: Ud. dirige un equipo de científicos que han trabajado arduamente durante la pandemia, ¿Qué balance realizaría de este año, de las dificultades y de los logros?
Dr. Cantiello: Dirijo el Instituto Multidisciplinario de Salud, Tecnología y Desarrollo (CONICET-UNSE), ubicado en el Zanjón, donde se llevan a cabo habitualmente diferentes temas de investigación. Durante la pandemia, mi grupo de trabajo ha estado abocado a continuar con sus temas de investigación previos de forma remota. Puntualmente con el tema COVID-19 estamos participando, junto con la Dra. Rocío Cantero y el Médico Héctor Villa-Micoyó en un STAN CONICET, de creación reciente, para dar asistencia y capacitación en el uso del NeoKit desarrollado por CONICET para la detección del SARS-CoV-2, quedando así a disposición de la provincia y la nación para lo que los laboratorios requieran. Por otro lado, la UNSE tiene otro proyecto con investigadores del Instituto también en el tema COVID-19. En relación a las zoonosis, porque el COVID-19 es también una zoonosis, estamos trabajando en el desarrollo del proyecto Una Salud, un concepto actual y que atraviesa a esta pandemia, y que será a lo que estará abocado el Instituto como línea principal. Hemos logrado hace pocos días la incorporación al Registro Federal de Establecimiento de Salud en el Ministerio de Salud, lo que es un paso clave en nuestro proyecto. Este año 202019 ha sido un año duro para todos, nos hemos tenido que adaptar no sólo al trabajo remoto de las tareas científicas, sino también a la virtualidad de la docencia, dado que somos docentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNSE, donde estoy a cargo de dos asignaturas. Hemos logrado continuar en la medida de lo posible con las labores a distancia, pero nuestro trabajo requiere mucho de labor de mesada, al que no hemos regresado todavía. Estamos a la espera de la autorización del COE para ello.
CU: ¿Qué significa para Ud. estar dentro del ranking de científicos?
Dr. Cantiello: Sinceramente, desde que lo recuerdo, siempre he sido investigador, desde niño, porque es la pasión que me motiva a diario para continuar explorando cosas nuevas a pesar de las dificultades. Los investigadores nos podemos dar el lujo de seguir siendo niños toda la vida. Siempre podemos ver, buscar cosas nuevas, aprender. El día que no se siente esa pasión, y se persigue otra ambición, es momento de cambiar de rumbo. Para mí estar en el ranking es un reconocimiento a mi trayectoria, a la labor, al trabajo que con tanta pasión he realizado durante más de cuatro décadas. Nunca fui afecto a los premios ni a los rankings en sí, quizás porque encuentro todos los días en mis estudios la gratificación que otras personas encuentran en los premios.