Soñar despierto es una de las más maravillosas formas de soñar, aunque nada tiene que ver con los sueños que se manifiestan mientras dormimos. Cuando estamos durmiendo, nuestros sueños son producciones de nuestro subconsciente que no podemos controlar, que se basan en nuestras experiencias y especialmente en nuestras emociones. Todos nuestros sueños tienen un significado para nosotros, aunque no siempre su interpretación es sencilla, debido a que aparecen cuando nos encontramos en un estado mínimo de activación mental y nada tienen que ver con el razonamiento al que estamos acostumbrados durante la vigilia.
Es por eso que soñar despierto puede ser fascinante, ya que es obra de nuestra imaginación consciente. Podemos diferenciar dos tipos de sueño diurno: aquel que se da de forma controlada y que creamos nosotros mismos, y aquel que aparece cuando nuestra mente empieza a divagar de manera involuntaria.
En el primero, podemos inventar historias y crear situaciones en las que nosotros somos los protagonistas y hacemos aquello que nos apetece. Es algo totalmente controlable y podemos hacerlo dónde y cuando queramos.
El segundo tipo de sueño, también llamado ensoñación o divagación, aparece a menudo cuando estamos realizando otra tarea y nuestros pensamientos, en ocasiones algo inconexos, fluyen libremente. Algunos expertos lo denominan nuestra mente errante. Se trataría de una acción semiconsciente.
Aunque no lo creas, todos soñamos despiertos muchas veces al día. Expertos de la Universidad de California estiman que nuestra mente se encuentra en estado de ensoñación al menos un 30% del tiempo. Estos tipos de ensoñaciones son tantas como personas y situaciones hay en el mundo, por lo que sería imposible describirlas todas.
Una de las formas más comunes de soñar despierto ocurre justo cuando nos vamos a dormir, antes de entrar en la fase de sueño. ¡Incluso hay personas que han llegado a tener sueños dormidos relacionados con aquello sobre lo que fantaseaban mientras estaban despiertos!.
¿Por qué soñamos despiertos?
Hasta hace poco, los científicos afirmaban que soñar despierto era una distracción de la mente que podía considerarse una deficiencia. Es muy común que cuando nos encontramos con nuestra mente concentrada en una tarea, como escuchar una clase, asistir a una conferencia o ver un programa de la tele, entre otros muchos ejemplos, nuestra mente entra en determinados momentos en ese estado de ensoñación en el que dejas de prestar atención a la tarea. Los expertos creían que se trataba de una pérdida de tiempo, un fallo en nuestra capacidad de concentración y que, en determinadas personas con problemas patológicos graves, esto podía desencadenar brotes psicóticos.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que no existe razón alguna para sostener dicha afirmación. Todas y cada una de las personas entramos en ese estado de divagación muchas veces al día, por lo que no puede considerarse un trastorno. Los científicos de hoy en día creen más bien que este hecho, tan común y frecuente, debe considerarse un recurso de la mente. Es decir, debe ocurrir por una razón y con un fin.
Hasta el momento, no está del todo claro cuál es el motivo por el que soñamos despiertos, pero sí se han descubierto algunas cosas. Entre ellas, se sabe que durante la ensoñación, se activan y estimulan partes del cerebro asociadas a la creatividad. Muchas personas han tenido las mejores y más brillantes ideas cuando se encontraban en ese estado, entre ellas el gran Albert Einstein.
También se ha detectado que durante la divagación, se produce un fluir de pensamientos que pueden desencadenar en una asociación de ideas que nos permita solucionar o recordar situaciones de nuestra vida cotidiana. Aparentemente, esta asociación de ideas resulta bastante inconexa, pero consigue derivar en una idea, pista o solución. Seguro que en más de una ocasión te ha ocurrido que, estando en estado de divagación, tu mente ha realizado algún tipo de asociación y has recordado algo importante que debías hacer y habías olvidado. O te ha venido a la mente aquella canción o palabra que hacía un rato intentabas recordar sin éxito. Esto es así porque, según recientes experimentos, se ha comprobado que cuando soñamos despiertos activamos la llamada zona ejecutiva del cerebro, la encargada de la resolución de problemas complejos y de alto nivel.
Todavía se desconocen muchos aspectos relacionados con este tema, y no se sabe si soñar despierto tiene otras funciones además de las expuestas. Lo que sí se confirma es que no hablamos de ningún trastorno y que debemos permitir a nuestra mente divagar de vez en cuando, pues de esta forma mantenemos nuestro cerebro activo. Así que ya lo sabes, no dejes nunca de soñar.