Es una de las más de 250 especies de Aloe conocidas en el mundo, habita principalmente en zonas desérticas o semidesérticas, donde se da el clima más adecuado para su crecimiento.
Se caracteriza por estar formada por un grupo variable de hojas que parten de un tronco que hace las veces de raíz central y del que sale esporádicamente, 2 o 3 veces por año, un largo tallo coronado con flores amarillas .Su fruto es una capsula triangular que contiene numerosas semillas. Resulta fundamental que al comprar un producto elaborado en base a aloe vera, se preste atención en las leyendas de las presentaciones.
Es decir, fijarse que en los estuches se cite cuál es el porcentaje de aloe vera que contiene el producto –en general las proporciones van de 40 % a 90 % -, si el aloe vera con el cual se elaboró es orgánico, si es libre de parabenos, si contiene o no sal, fragancias, si fue testeado en animales, entre otros. Generalmente, los shampoos, acondicionadores, máscaras y serums combinan todo el poder del aloe vera con otros ingredientes naturales como aceites de palta, oliva o coco, ortiga, keratina, karité, entre otros.
Las hojas del Aloe Vera merecen especial atención, puesto que de ellas se extrae el jugo usado históricamente para curar todo tipo de dolencias. Carnosas, con un tamaño de 50cm de largo y un considerable grosor, son capaces de acumular gran cantidad de agua.
En las horas de sol, para evitar la evaporación, el Aloe cierra sus poros o estomas, conservando así el agua de su interior. Estas reservas son almacenadas y consumidas lentamente cuando las lluvias escasean, de este modo, puede llegar a reducir su tamaño, y consistencia e incluso a sacrificar alguna de sus hojas para poder sobrevivir.
Cultivo de la planta de Aloe
El Aloe Vera se cultiva a partir de sus hijos. Pequeñas plantitas que crecen junto a los troncos de plantas mayores y que son arrancadas de la tierra desde la raíz para ser replantadas.
El Aloe es una planta fuerte, pero hay ciertos elementos que pueden favorecer su crecimiento. Lo ideal es que se encuentre en un terreno arenoso de una inclinación de 30 grados y donde no haya demasiada humedad, puesto que esta puede ocasionar brotes de hongos en la planta.
Recolección de las hojas de Aloe Vera
Para recolectar las hojas de Aloe, de las que después se sacará el jugo, es necesario esperar a que la planta sea adulta, puesto que es cuando ha alcanzado ya todas sus propiedades.
El corte de la hoja debe realizarse lo más cerca posible al tronco del Aloe y deben de desecharse todas aquellas hojas que se encuentren secas o desgarradas.
Recepción, lavado y selección de las hojas en la fábrica
Una vez recibidas las hojas de Aloe Vera, se introducen en una bañera de plástico cubierta de agua y productos purificadores. Para conseguir su limpieza y desinfección, se frotan además con un cepillo. Esta acción se llevará acabo tantas veces como sea necesario para eliminar cualquier resto.
Despunte de las hojas de Aloe Vera
Se corta la base punta y lateral de cada hoja de Aloe y se van colocando en cajas acondicionadas que, nuevamente, contienen una solución de agua con productos purificantes. En esta fase se debe de tener especial cuidado para evitar la contaminación de la hoja manteniendo los utensilios bien esterilizados.