Imagina esto: estás echando el chisme con tu mejor amiga y, de pronto, empiezas a sentir un mini temblor en tu ojo. Piensas que algo anda mal y, a lo mejor, hasta se te escapan un par de guiños involuntarios. Pero mantén la calma, en realidad hay varios factores que pueden provocarlo y ninguno de ellos tiene que ver con los achaques de la edad.
En Ahora lo vi todo, nos preocupamos por la salud y por eso buscamos los motivos que están detrás de esta afección, así como algunas acciones para disminuirla o evitarla.
De acuerdo con los profesionales médicos, el temblor o tic del párpado se llama mioquimia palpebral. Es algo muy común que se caracteriza por contracciones espontáneas, suaves y constantes que se producen en el músculo orbicular que sirve para elevar el párpado.
No hay un grupo de personas que esté más predispuesto que otro a padecer las molestias causadas por los temblores. Cualquiera puede tenerlos en cualquier momento, en especial si está bajo un constante estrés. Para evitarlos o limitar el consumo de sustancias estimulantes, que lo pueden intensificar más. También respetar las horas necesarias de descanso, intentar llevar una alimentación adecuada y realizar algo de deporte que ayude a liberar la tensión acumulada.
No existe una causa identificable. No obstante, el tic en el párpado se presenta en personas sanas con alguno de los siguientes problemas:
- fatiga;
- ansiedad;
- estrés;
- esfuerzo físico;
- consumo de cafeína.
Otras causas que provocan los espasmos o incluso los empeoran son:
- ingesta de medicamentos, como topiramato, clozapina, sales de oro y flunarizina;
- esclerosis múltiple;
- enfermedades autoinmunes.
Cuando los espasmos se vuelven crónicos o incontrolables, blefaroespasmo esencial. Se produce cuando uno o ambos párpados se cierran involuntariamente. Puede durar desde segundos hasta horas.
A diferencia de la mioquimia, el blefaroespasmo es un cierre más enérgico del párpado que a veces limita o bloquea completamente la visión. Estos espasmos también pueden afectar a otros músculos de la cara, y llegan a dificultar actividades cotidianas como subir escaleras, conducir un coche o ir al trabajo. Su causa aún no es clara, pero se cree que se produce por un impulso nervioso.
espasmo hemifacial: cuando los músculos de un lado de la cara se tensan. Estos espasmos pueden comenzar cerca del ojo y afectar a otras partes de la cara. En casos avanzados, los espasmos hemifaciales duran de varios días a meses. Los espasmos hemifaciales parecen manifestarse cuando un vaso sanguíneo ejerce presión sobre un nervio facial.
Los espasmos no causan dolor y son inofensivos, aunque pueden ser una molestia. La mayoría de los espasmos no necesitan tratamiento. se pueden disminuir haciendo lo siguientes tics.
- Dormir suficiente. Los tics palpebrales se suelen presentar por exceso de cansancio. Tomar una siesta reparadora puede ayudar.
- Evitar el estrés. Si no es posible eliminar aquello que provoca tensión, entonces se puede buscar actividades que la reduzcan, como ejercicios.
- Reducir el consumo de cafeína. Como estimulante, la cafeína puede producir espasmos palpebrales; es recomendable disminuir la ingesta de café, té o bebidas gaseosas.
- Humedecer los ojos, ya que en algunos casos, el ojo seco o irritado puede causar espasmos palpebrales.
Más allá de estos temblores palpebrales, existen problemas de mayor gravedad que necesitan de la atención de un especialista.
Quizás debas consultar a uno si tienes espasmos crónicos del párpado y también alguno de los siguientes síntomas:
- espasmos que no se resuelven en pocas semanas;
- el cierre completo del párpado con cada contracción, lo que puede indicar un espasmo hemifacial más que una mioquimia;
- espasmos en otras partes de la cara, dificultad para abrir el ojo, enrojecimiento o hinchazón del párpado y caída del párpado.