El presidente de la Cámara de Diputados, José Emilio Neder, le entregó una plaqueta por la labor pastoral desarrollada en Santiago del Estero.
En la mañana de este martes la Cámara de Diputados efectuó un reconocimiento al obispo auxiliar de la Diócesis de Santiago del Estero, Monseñor Ariel Torrado Mosconi, con motivo de su labor pastoral en nuestra provincia.
La ceremonia tuvo lugar en el despacho del vicegobernador, José Emilio Neder, situado en el 4to. Piso del edificio legislativo. Acompañaron al titular de la Legislatura el presidente provisional del cuerpo, Dr. Marcelo Barbur; los vice presidentes primero y segundo, Dr. Carlos Olivera y Luis Ger respectivamente; además de los diputados que conforman el bloque parlamentario del Frente Cívico.
“Dejando huellas de grandes valores en su labor social y pastoral en nuestra provincia”, expresa la plaqueta entrega a Torrado Mosconi por el vicegobernador Neder, quien al hacer uso de la palabra subrayó “el agradecimiento de esta Cámara y del pueblo santiagueños a la importante misión pastoral llevada a cabo”.
Por su parte Torrado Mosconi afirmó “estar sintiendo en carne propia aquella frase con que me recibieron los santiagueños cuando llegué: Santiago no tiene riendas pero sujeta. La verdad que me está costando irme, y eso que vuelvo a mi lugar de origen porque yo soy oriundo de 25 de Mayo y me designan en 9 de Julio, que es un pueblo vecino, es decir que retorno a mis raíces bonaerenses a pesar de que ya me siento un santiagueño más”. Aludiendo precisamente a esa frase ´Santiago no tiene riendas pero sujeta´, agregó que “eso mismo es lo que me puso el Papa Francisco en una notita que me envió recientemente”.
Durante su conversación con Neder y los diputados, Torrado Mosconi se refirió a la reciente encíclica papal sobre el medio ambiente, además de la proclamación del año de la misericordia y del abordaje del sínodo sobre la familia, explayándose sobre la situación actual de conflicto que atraviesa la misma como pilar social.
Finalmente exhortó a los legisladores santiagueños “a seguir adelante con su tarea”, y antes de concluir rescató esencialmente “los valores humanos y de fe del pueblo santiagueño”.