La administración libertaria necesita respaldo político para avanzar en los cambios laborales e impositivos, mientras que las provincias vuelven a poner sobre la mesa reclamos clave para equilibrar sus finanzas.
Tras las elecciones legislativas, el vínculo entre la Casa Rosada y los gobernadores provinciales volvió a cobrar protagonismo. Con el objetivo de garantizar apoyos para las reformas laboral y tributaria, el presidente Javier Milei comenzó una nueva ronda de contactos con los mandatarios provinciales, en un escenario de negociación que promete ser intenso.
Según fuentes oficiales, el Gobierno nacional apunta a sellar un entendimiento que podría resumirse como un pacto de “fondos por reformas”. La administración libertaria necesita respaldo político para avanzar en los cambios laborales e impositivos, mientras que las provincias vuelven a poner sobre la mesa reclamos clave para equilibrar sus finanzas.
La estrategia oficial busca aprovechar la conformación del nuevo Congreso para acelerar la aprobación de los proyectos. En ese contexto, el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, será el encargado de articular con los gobernadores.
Desde el Gobierno sostienen la prioridad del equilibrio fiscal, aunque varios mandatarios objetan que el superávit nacional se alcanzó a costa del recorte en las transferencias automáticas y no automáticas a las provincias. “Están haciendo el ajuste con la nuestra”, deslizó un dirigente al tanto de las conversaciones.
Entre las medidas más debatidas figura la propuesta de reducir los impuestos provinciales, como Ingresos Brutos, y las tasas municipales, fuentes centrales de recaudación local.
En la última reunión con Milei —de la que participaron unos veinte gobernadores, con las ausencias de Axel Kicillof, Ricardo Quintela, Gustavo Melella y Gildo Insfrán—, el clima fue más conciliador que en encuentros anteriores. Por eso, persiste cierto optimismo en torno a la posibilidad de acordar una agenda común.
Entre los principales puntos que las provincias buscan negociar figuran:
Presupuesto 2026: los mandatarios reclaman que se establezcan con claridad las partidas y asignaciones de fondos que inciden sobre sus recursos. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, se insiste en incorporar el 1,4% de coparticipación al texto presupuestario.
Aportes del Tesoro Nacional (ATN): los gobernadores quieren garantizar un reparto equitativo de los fondos. Hasta el momento, Nación giró $131.500 millones, el 16,9% de lo previsto para 2025, restando distribuir más de $645.000 millones.
Impuesto a los Combustibles: buscan reactivar el proyecto que eleva del 10,4% al 57,02% la porción de recaudación que reciben las provincias. Solo en los primeros diez meses del año, este tributo generó ingresos por $3,7 billones, un 112% más que en 2024.
Cajas previsionales: las provincias reclaman el envío de fondos a las 13 jurisdicciones que financian con recursos propios las jubilaciones y pensiones de sus empleados públicos. Buenos Aires, por ejemplo, estima una deuda nacional de $1,7 billones.
Obras públicas y rutas nacionales: los gobernadores exigen que Nación retome la inversión en infraestructura vial, clave para las economías regionales.
La Casa Rosada espera que el diálogo avance en los próximos días y derive en un acuerdo político que permita viabilizar las reformas sin poner en riesgo las finanzas provinciales, detalla el portal de Todo Noticias.