Es que, el presidente libertario anunció un programa de “shock” fiscal, enfocado en reestructurar el gasto del Estado sin afectar al sector privado, haciendo hincapié en la escasez de fondos y la desregulación del mercado. “Corregir la distorsión de precios“, explican desde la cúpula libertaria.
Ante ese contexto, y con el fin de los fideicomisos y del programa Precios Justos, que determinaba que los alimentos en los supermercados estén un 30% más baratos que los pequeños comercios-almacenes, expertos del sector anticipan que la remarcación de precios es inminente.
“En los supermercados creen que, sin el fideicomiso, el aceite pasará de costar $800 a $2.000 por litro, mientras que los panificados registrarían subas en torno al 80%“, explicó un supermercadista.
Además, fuentes del sector vaticinan que los fabricantes aplicarán subas de entre 20 y 25% en los artículos que formaban parte del programa Precios Justos, que funcionó durante el Gobierno anterior.
El análisis hecho por la economista Sala coincide con el testimonio del portavoz de la Federación de Almaceneros, Fernando Savore, quien indicó que “todo lo que es lista de precios, la semana pasada, fue tremendo, pero tremendo, nos mataron, literalmente”. “Los precios se cambiaron entre un 30 y un 50%“, advirtió.
En medio de este panorama desolador que golpea el bolsillo de los argentinos, en su primer discurso tras la asunción, el presidente de la Nación, Javier Milei, anticipó que la inflación trepará en los próximos meses entre un 20% y un 40% mensual, con impulso de los precios de los alimentos. Por lo que el panorama se estima que empeorará.