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Lázaro Báez regresa a prisión común por orden judicial: será alojado en Río Gallegos

El juez federal Norberto Costabel hizo lugar al pedido del fiscal Abel Córdoba y ordenó que el empresario condenado por lavado de dinero en la causa “La ruta del dinero K”, cumpla el resto de su condena en una cárcel federal.


Después de más de un año bajo prisión domiciliaria en una moderna casona frente al Lago Argentino, en El Calafate, el empresario santacruceño Lázaro Báez fue trasladado a la Unidad Penitenciaria 15 de Río Gallegos, donde seguirá cumpliendo la pena de 10 años de prisión impuesta por la justicia federal. La decisión fue adoptada por el juez Norberto Costabel, en línea con el pedido del fiscal Abel Córdoba, tras quedar firme la condena por parte de la Corte Suprema de Justicia.

El cambio de régimen de detención no solo marca un giro en la situación judicial del empresario, sino que simboliza también un regreso cargado de significados: la prisión donde será alojado está ubicada a solo 150 metros de la casa familiar donde vivió durante los años de auge de Austral Construcciones, su empresa emblema. Ambas direcciones, curiosamente, se ubican sobre calles llamadas “Presidente Néstor Kirchner”.

Báez, de 69 años, dejó su casa de dos plantas en la costanera de El Calafate durante la tarde del miércoles 11, esposado, con chaleco de seguridad y bajo custodia de cuatro efectivos de Gendarmería Nacional. El traslado se realizó en una camioneta Ford Ranger, recorriendo los 300 kilómetros hasta Río Gallegos bajo una intensa neblina. En su paso, cruzó algunas de las estancias que conformaron su patrimonio, varias de ellas ya rematadas en el marco de la quiebra de Austral Construcciones.

El operativo comenzó en las primeras horas del día, cuando personal de Gendarmería escoltó a Báez desde su domicilio hasta el Escuadrón 42 de la fuerza, en el centro de El Calafate. Allí permaneció unas horas, ya que el predio no dispone de celdas, hasta iniciar el viaje hacia la unidad penitenciaria.

La prisión federal en la que fue alojado cuenta con capacidad para 110 internos y se ubica sobre la misma avenida en la que aún reside su exesposa, Norma Calismonte. Además, está cerca del Club Boca de Río Gallegos, una institución que Báez supo dirigir y donde realizó actos políticos durante el kirchnerismo, con la presencia incluso de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El fiscal del juicio, Abel Córdoba, solicitó recientemente al Tribunal Oral Federal N°4 que se computen los años ya cumplidos por Báez en detención, y pidió que el tiempo restante se cumpla en un establecimiento carcelario. La resolución fue firmada por los jueces Norberto Costabel, Ricardo Basílico y Fernando Canero.

Durante su prisión domiciliaria, Báez era monitoreado con una tobillera electrónica. Era habitual verlo en el jardín de su vivienda o intercambiando palabras con algunas de las pocas personas que ingresaban al domicilio. A partir de ahora, dependerá de los planteos que realice su defensa, que podría insistir en el regreso a la prisión domiciliaria, aunque la justicia ya ha dejado claro su cambio de criterio, detalla el portal de La Nación.

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