Ir al contenido

Las provincias redoblan críticas y se agudiza la pelea con el Gobierno

Las secuelas del fracaso de la “ley ómnibus” en la Cámara de Diputados todavía se notan en la política argentina y una consecuencia directa fue el recrudecimiento de tensiones entre el presidente Milei y los gobernadores, que ya venían mal encaminadas por la disputa por fondos coparticipables y aportes discrecionales.

El clímax de rispideces se dio con el pedido de renuncia a los funcionarios que respondían a los gobernadores de Córdoba, Martín Llaryora (Giordano de Anses), y de Salta, Gustavo Sáenz (Royón de Minería). Pero también se tomó la decisión de eliminar el Fondo Compensador para el Interior, que afectó de forma directa a los subsidios al transporte en el interior.

Antes, el Presidente había tildado de “traidores” a los gobernadores dialoguistas, al igual que a los diputados que votaron en contra de la “ley ómnibus”. Los gobernadores de ese espacio, en su mayoría redoblaron la apuesta.

“El país que está construyendo Milei es unitario”, afirmó el titular del bloque Hacemos Unidos por Córdoba, Miguel Siciliano. En la misma línea, planteó que el país “no va a salir a las trompadas, amenazas, castigando gobernadores, haciendo listas negras”. En las últimas horas, vicegobernadores de todo el país afirmaron que “desde el Gobierno central se siguen promoviendo políticas e instrumentando medidas que en 2 meses han empeorado una situación que era muy complicada, y que precisaba mesura, conocimientos, experiencia, responsabilidad y gran empatía con los argentinos”.