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Las cooperativas del Plan Argentina Trabaja

Los cooperativistas realizan trabajos destinados al bienestar social. Cobran un salario mínimo de 1.200 pesos, y un incentivo de 1.100 cada dos meses. La organización depende directamente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

“El trabajo dignifica”, dijo el filósofo Karl Marx. Con ese espíritu se creó, en agosto de 2009, el programa Argentina Trabaja, con el objetivo de generar propuestas laborales genuinas y dignas, que privilegian la participación colectiva por sobre la individual.

Hoy hay más de 150 mil cooperativistas registrados. Hasta el año pasado las cooperativas podían estar integradas por hasta sesenta personas, con algunas excepciones que llegaban a los ochenta o cien integrantes. A partir de este año no se permiten más de treinta trabajadores en cada grupo, para un manejo más efectivo.

Además, el plan dejó de depender de los gobiernos provincial y municipal; ahora el Ministerio de Desarrollo de la Nación se encarga directamente de financiar y organizar a estas agrupaciones. “Las ideas del Ministerio son buenas, aunque muchas veces no se pueden aplicar efectivamente ya que algunos subordinados tienen malas intenciones y estafan a los compañeros cobrándoles un porcentaje de su sueldo a cambio de incluirlos en el plan”, denuncia Olga González, referente de tres cooperativas del municipio de General San Martín.

La estructura de una cooperativa se divide en presidente, tesorero y secretario. El que preside se encarga de la organización interna y el orden entre los miembros. Fundamentalmente debe hacer respetar y cumplir los módulos que impone el Ministerio de Desarrollo Social y, en el caso de tener que tomar alguna decisión, es el que da la pauta para que luego se dirima junto a toda la comisión administrativa.

El tesorero se encarga de controlar la entrada y salida de ingresos, realizar los balances económicos internos y la compra de materiales necesarios para los proyectos. Toda transacción de dinero se maneja a través de cheques que son depositados directamente a los proveedores; ningún tesorero maneja dinero en efectivo.

El secretario tiene una función parecida a la de un vicepresidente. Cuando el presidente no está, toma su responsabilidad. Se encarga de tomar lista a los trabajadores y exigirles certificados médicos u otro tipo de documentación que justifique su ausencia durante la jornada laboral.

Las personas que cobran el Plan Argentina Trabaja no pueden recibir otro tipo de remuneración ni ayuda económica de parte del Estado; por ejemplo, no pueden ser favorecidos por la Asignación Universal por Hijo. Las únicas excepciones son la pensión por discapacidad y el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria.

El sueldo bruto es de 1.500 pesos, del que se descuentan 35 destinados a la jubilación, y otros 35 para la obra social, más otras retenciones del Monotributo Social. El total neto está unos centavos por encima de los 1.285 pesos. Desde el año pasado, luego de varias protestas, cada dos meses se les brinda a los cooperativistas un incentivo de 250 pesos por mes de presentismo, y otros 300 por “objetivo realizado” (es decir, si cumplieron con las expectativas y terminaron la tarea asignada en el tiempo preestablecido).

“El aumento es producto de la intensa lucha que venimos encabezando. Nadie puede vivir con 1.200 pesos por mes”, aseguró Alejandro Palacios, un joven cooperativista; y agregó: “Tenemos que hacer changas para poder llegar a fin de mes; por lo menos ahora sabemos que cada dos meses vamos a cobrar 1.100 pesitos más. Eso sí, con mucho esfuerzo”.

Las jornadas laborales son de entre cuatro y cinco horas diarias, de lunes a viernes. Las tareas están ligadas con la albañilería y la construcción, el mantenimiento de espacios públicos, la administración de huertas comunitarias y la atención de comedores, entre otras. La elección se determina en función de las necesidades de cada municipio.