El ajuste energético que piensa lanzar el Gobierno nacional entre febrero y marzo con el propósito de achicar el déficit derivado de los subsidios, preservará a un porcentaje del total de usuarios, mediante dos tipos de tarifas sociales, según trascendió en esferas del ministerio de Energía.
El incremento de las tarifas de energía también apunta a promover una disminución del uso de la electricidad por parte de los ciudadanos, que ayude a paliar el actual estado de crisis.
Si bien el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, todavía no se pusieron de acuerdo con el porcentaje de aumento que propondrán al jefe de Gabinete, Marcos Peña, se descuenta que será muy importante, según informó el diario El Cronista Comercial.
El argumento es que en diversas áreas del país, hay millones de usuarios que pagan cifras que no alcanzan a cubrir mínimamente el costo del servicio y en muchos casos, se trata de gente con recursos.
Para El Cronista, lo único que estaría definido es la fecha para lanzar el ajuste de las tarifas: 1 de febrero. Por este motivo, el 1 de marzo, las distribuidoras comenzarán a facturar mensualmente la energía eléctrica, en lugar de continuar haciéndolo en forma bimestral.
Para dar una idea de la magnitud, el ministro Prat-Gay dijo a distintos medios el fin de semana pasado que si lo que paga una familia de luz pasa de $ 150 a $ 350, aún así son ?dos pizzas?. De todos modos, se tendrá en cuenta la situación de quienes no podrán pagar los nuevos valores.
Se está haciendo un relevamiento con la Afip y la Anses sobre quienes tienen planes de ayuda del Estado y otras situaciones de necesidad. De allí saldrá una primera tarifa social que se estima incluirá a un 10% de los usuarios.
Esa tarifa social consistirá en mantener los precios actuales para el consumo de una familia hasta 150 kilovatios. Lo que exceda de esto se cobrará a los nuevos valores. La segunda tarifa social le mantiene también los actuales valores a otro universo de 10% de los usuarios, pero con la idea de fijar un horizonte de 1 o 2 años para ir sacándoles el beneficio y que confluyan en el precio general de la energía.
El informe del diario especializado en temas de economía nacional indica que no descartan crear algún registro para casos especiales, donde puedan inscribirse personas, por ejemplo, que no tienen TV por cable y no más de un par de celulares por familia, demostrando así que no tienen una forma de vida de poder adquisitivo medio.
Por otra parte, se creará un nuevo Programa de Uso Racional de la Energía.
Al respecto, se está definiendo si el premio por no aumentar el consumo es mantener el precio de la energía o descuentos en la factura, y si el castigo será mayor precio o un recargo directo.