“El mundo es testigo de una catástrofe humanitaria que está teniendo lugar ante nuestros ojos”, advirtió el secretario general, Antonio Guterres.
FRANJA DE GAZA, Palestina. El Ejército israelí intensificó sus bombardeos y su ofensiva terrestre en la Franja de Gaza, donde combate al movimiento islamista palestino Hamas tras sus ataques de este mes en Israel, mientras que la ONU advirtió que la situación es “cada vez más desesperada” en el enclave palestino y se está desmoronando el “orden público” ante la limitada ayuda humanitaria que llega al enclave.
La escalada entre Israel y Hamas fue desencadenada por el sangriento ataque que el movimiento islamista palestino realizó en territorio israelí el 7 de octubre, y que dejó 1.400 muertos, civiles en su mayoría. Israel respondió con bombardeos en la Franja de Gaza, gobernada por Hamas, que hasta ahora ha dejado más de 8.000 muertos, también mayoritariamente civiles, según el Ministerio de Salud del movimiento palestino.
Por su parte, la ONU dijo ayer que miles de palestinos saquearon varios de sus almacenes y centros de distribución de ayuda en la Franja de Gaza.
En un comunicado, la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (Unrwa), el mayor proveedor de servicios humanitarios en la Franja de Gaza, dijo que “miles de personas” entraron en almacenes y centros de distribución en el centro y sur del enclave y se llevaron distintos elementos.
“Es una señal preocupante de que el orden público está empezando a colapsar después de tres semanas de guerra y un severo asedio a Gaza”, agregó el jefe de la Unrwa en Gaza, Thomas White.
De visita en Nepal, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó ayer su preocupación por la situación “cada vez más desesperada” en el enclave palestino y lamentó que Israel haya “intensificado sus operaciones militares”. “El mundo es testigo de una catástrofe humanitaria que está teniendo lugar ante nuestros ojos”, señaló.