El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa comenzó el lunes 2 de enero en la ciudad bonaerense de Dolores, y se estima que alrededor de 150 testigos darán su testimonio durante el proceso, que se extenderá hasta fines de enero.
El lunes declararon Graciela y Sivino, los padres del joven de 18 años que falleció tras una golpiza en la puerta del boliche Le brique, en Villa Gesell el 18 de enero de 2020, asesinato por el que están en el banquillo de los acusados los ocho rugbiers: Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, y Luciano, Ciro y Lucas Pertossi.
En la segunda jornada, de este martes 3 de enero, declararon nueve testigos, todos amigos de Fernando que habían viajado con él de vacaciones en aquella ocasión. Casi todos ellos identificaron a algunos de los ocho rugbiers como los responsables de haber golpeado al joven hasta la muerte.
Para este miércoles 4 de enero, según consignó Télam, está prevista la declaración de otros amigos de la víctima, así como también personal de seguridad del boliche “Le Brique”, donde habían ido los jóvenes a bailar esa noche y donde se produjo el ataque. Está citado además para declarar en esa jornada el primer efectivo policial que asistió a Fernando y también dará su testimonio Pablo Ventura, el joven remero de Zárate, que fue imputado falsamente –presuntamente señalado por los rugbiers– y estuvo detenido en las primeras horas de la investigación.
Ventura fue detenido por el crimen de Báez Sosa el 19 de enero de 2020 en su casa de la ciudad bonaerense de Zárate y luego fue trasladado a Villa Gesell, donde quedó excarcelado por falta de pruebas el 21 de ese mismo mes por pedido de la fiscal de la causa Verónica Zamboni, y la orden del juez de Garantías David Mancinelli.
Desde un primer momento, el joven y su familia aseguraron que la noche del crimen (18 de enero), él había estado en Zárate, donde cenó con sus padres, y que nunca estuvo en Villa Gesell. Tras su liberación, el remero regresó a su domicilio y a principios de febrero el juez Mancinelli finalmente lo sobreseyó, por lo que quedó totalmente desvinculado de la causa.
De acuerdo a los investigadores, fue uno de los diez rugbiers involucrados en el crimen –dos de ellos fueron sobreseídos– quien señaló a Ventura como sospechoso. A raíz de esto, la Policía lo aprehendió por disposición del primer fiscal de la causa, Walter Mercuri, quien subrogaba a Zamboni.
El propio Ventura dijo públicamente que a los acusados no los conocía y que sólo se había cruzado con alguno de ellos en un boliche, y que no sabe por qué lo mencionaron e intentaron involucrar en el hecho.