Poema de la Pocha Ramos
EL AMOR DE ENTONCES
Es la hora del amor
Las calles de mi pueblo
se estremecen de asombro.
Un anhelo de pájaro
nos recorre tu aroma
y se inaugura el canto
desde la piedra antigua
cuando mi piel te llama
y el cielo nos contempla.
Es la hora del amor.
Mis manos se iluminan
de tanto transitarte
y en el centro más rojo
de la sangre
me navega tu nombre
con sus velas al viento
y tu tibia cintura
convocando al silencio.
Yo te encontré una tarde
Y juntamos fracasos
Y juntamos fatigas
Y una nueva esperanza.
Y caminamos juntos
más allá de la angustia
más allá del destierro
más allá de la noche.
Entonces descubrimos
para la miel del mundo
que éramos apenas
dos niños transparentes.