Un alumno habría utilizado gafas especiales con cámara incorporada para filmar la prueba mientras la rendía.
Un video que comenzó a circular en las últimas horas encendió las alarmas en el Ministerio de Salud y ya es motivo de una investigación oficial: muestra a un postulante al Examen Único de Residencias Médicas utilizando anteojos especiales con cámara incorporada para filmar la prueba completa mientras la rendía. Según las primeras sospechas, se trataría de un médico de nacionalidad ecuatoriana, graduado en una universidad que no cuenta con acreditación internacional reconocida.
El presunto modus operandi incluía grabar la hoja de examen con los lentes, salir al baño con la excusa de una necesidad fisiológica, enviar las imágenes del cuestionario a una persona externa y, minutos después, recibir las respuestas. Esta maniobra, que podría haber sido replicada por varios aspirantes, explicaría el sorpresivo rendimiento de postulantes que, históricamente, no figuraban en el ranking de los mejores resultados y que este año irrumpieron entre los primeros puestos.
A raíz del escándalo, casi 270 aspirantes deberán volver a rendir el examen, mientras avanza una auditoría técnica y se evalúa la posibilidad de anular otras pruebas sospechosas. El video se encuentra bajo análisis judicial y administrativo para determinar cuántas personas estuvieron involucradas en esta supuesta red de fraude académico.
Desde el Gobierno remarcaron que los títulos de universidades ecuatorianas, como las implicadas en este caso, no tienen respaldo internacional comparable al de los títulos argentinos. La CONEAU informó que el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES) de Ecuador no cuenta con aval de la World Federation for Medical Education (WFME), ni forma parte del Sistema Iberoamericano (SIACES) ni del mecanismo ARCU-SUR del MERCOSUR. Esto genera una seria preocupación sobre la formación y validación de quienes acceden a especialidades médicas críticas sin los controles correspondientes.