El Senado convirtió hoy en ley los proyectos de creación de un Régimen de Desarrollo y Fortalecimiento del Autopartismo Argentino y de Fomento de Inversiones para micro-empresas y pymes, con lo que se busca garantizar la producción nacional.
Las dos iniciativas, y una tercera vinculada a la extensión de los beneficios para fabricantes de maquinaria agrícola auto impulsada para maquinaria de arrastre, fueron aprobadas, en una sola votación tanto en general y particular, por unanimidad de los 54 senadores presentes en el debate, que superó las cuatro horas de duración.
Si bien el respaldo fue unánime, desde las filas opositoras como la bancada PJ-FpV hubo referencias a los problemas que ocasionan a la industria nacional, sobre todo a las pymes, “la devaluación y los tarifazos” en materia energética realizados en los últimos meses por el gobierno nacional, y hasta se recordó el veto presidencial a la ley de desempleo impulsada en su momento por los cinco centrales sindicales.
Al inicio del debate, que también fue conjunto de los tres proyectos, el presidente de la comisión de Economías Regionales, Economía Social, Micro, Pequeña y Mediana Empresa, Roberto Basualdo -cada vez más alineado con el oficialismo-, defendió la propuesta que incluye beneficios impositivos para las pymes al apuntar que con este tipo de iniciativas se incentiva “crear nuevas fuentes de trabajo”.
“La mejor ley antidespidos es ésta que estamos aprobando”, se entusiasmó el sanjuanino y apuntó que la normativa referida a Pymes “es un proyecto para producir y para combatir la inflación”.
Mientras, su par de la comisión de Industria y Comercio, el dasnevista Alfredo Luenzo, destacó que por medio de las normas propuestas se busca “fortalecer el trabajo nacional y la industria argentina”, ya que abren las puertas a “un importante incremento de los puestos de trabajo en ambos sectores”.
El proyecto de Desarrollo y Fortalecimiento del Autopartismo establece el reintegro de lo que una terminal automotriz invierta en la compra de autopartes nacionales, mediante un bono que servirá para cancelar cualquier impuesto nacional, y establece un tabla por la cual el reintegro parte del 4 por ciento (si el vehículo tiene el 20 por ciento de partes nacionales), llega al 10 por ciento (si el componente argentino alcanza al 30 por ciento) y asciende al 15 por ciento (cuando las piezas locales llegan al 40 por ciento).
La ley, que tuvo como principal impulsor al diputado nacional del bloque Justicialista y dirigente de SMATA Oscar Romero, además de contemplar a los fabricantes de automóviles, vehículos comerciales livianos, camiones y ómnibus, hace lo propio con los de maquinaria agrícola, tema que fue sumado en el debate en la Cámara Baja.
Además, la norma permite la adhesión de las provincias (por lo cual los referidos bonos se podrán utilizar para cancelar impuestos provinciales), establece un “Contenido Mínimo Nacional” del orden del 30 por ciento para los productos de las automotrices sujeto a control del Estado.
La ley que crea el nuevo Régimen de Fomento de Inversiones para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, implica la implementación de un sistema de asistencia e incentivos para ese tipo de empresas con el objetivo de crear nuevos puestos de trabajo.
La referida norma contempla, entre otras cosas, un incremento de los aportes del Estado en concepto de REPRO (compensación de salarios para empresas en crisis), prevé beneficios para economías regionales, aumenta del 8 al 10 por ciento el porcentaje a desgravar del impuesto a las ganancias y elimina el impuesto a la ganancia presunta, entre otras cuestiones.
En la misma votación, los senadores dieron media sanción a un proyecto complementario, cuyo autor es el senador peronista santafesino Omar Perotti, que extiende los beneficios de la normativa para maquinaria autopropulsada al sector que produce máquinas de arrastre o sin autopropulsión.