Así lo establece la nueva reglamentación en el decreto 345/2024.
El Ministerio de Salud de la Nación da un paso adelante en la modernización del sistema de salud argentino con la reglamentación del DNU 70/23, estableciendo la implementación obligatoria de la receta electrónica. Este avance tecnológico busca mejorar la calidad de los servicios de salud, promoviendo la eficiencia, seguridad y facilitando el acceso a los medicamentos y tratamientos.
Será válida para la dispensa de medicamentos en farmacias, y la prescripción de estudios y tratamientos.
La medida, promulgada por el Ministerio de Salud de la Nación, apunta a brindar mayor eficiencia y seguridad en el acceso a medicamentos y tratamientos. La receta electrónica permite una mayor trazabilidad, desde la identificación del médico que prescribe hasta el seguimiento y control del tratamiento de los pacientes.
La normativa contempla la integración y estandarización de plataformas digitales ya existentes, así como la creación de un diccionario nacional de medicamentos. Esto busca darle mayor competitividad en el mercado farmacéutico al reducir costos operativos.
Desde cuándo será obligatoria
A partir del 1 de julio de 2024, la receta electrónica o digital será obligatoria en todo el país, coordinando con las autoridades jurisdiccionales competentes y los organismos pertinentes. La medida responde a la necesidad de aumentar la competitividad del mercado, lograr una mayor agilidad de la industria y minimizar costos.
Según se indicó, la implementación de la receta electrónica se basa en cuatro ejes esenciales: la identificación de profesionales, un Registro Nacional de Soluciones Informáticas, un Diccionario Nacional de Medicamentos y la comunicación eficiente de las recetas y órdenes electrónicas.
Además, se establecen pautas para la venta y despacho de medicamentos bajo receta, asegurando que sea realizada por farmacias en presencia de un farmacéutico responsable, con la posibilidad de acordar la entrega por canales electrónicos determinados por la farmacia.
La reglamentación también establece que las farmacias deben archivar y guardar las recetas digitales durante 3 años, asegurando así un registro adecuado de la dispensación de medicamentos.