La presidenta pidió por un “cambio cultural para lograr la igualdad de género” en la denominada “Reunión de Líderes Mundiales sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de la Mujer”.
“Hemos sostenido desde hace tiempo que son tres los ejes para lograr la igualdad de género: la autonomía económica, la autonomía política y personal y la autonomía social pero esto en un país donde haya inclusión social, global y un desarrollo de la economía. Soñar con la igualdad de género en un país con brechas sociales es retórica o ilusión”, afirmó Kirchner ante las Naciones Unidas.
En este sentido, destacó que “en la Argentina hubo un fuerte proceso de inclusión social” con programas como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la asignación por embarazo, además de la educación pública y gratuita desde el nivel inicial hasta la universidad.
Sin embargo, apuntó que, aún en las sociedades más avanzadas, las mujeres no acceden a cargos de poder. “Una mujer es presidenta, es reelecta, pero la discriminación permanece. Es una discriminación cultural a la mujer, aún a aquellas que ocupamos cargos. Recibimos críticas no políticas sino sexistas aún ocupando las más altas magistraturas”.
“Hay que romper las fronteras culturales de que la mujer es un ser inferior o menos inteligente que los hombres. Las políticas tienen que estar destinadas a la cultura y no que la igualdad de género sea una obligación por un tratado internacional. Tiene que ser una profunda convicción en los corazones de hombres y de las mujeres también, que a veces nos discriminamos entre nosotras injustificadamente”, agregó.
Por último, la mandataria se refirió a una equivocación que había tenido uno de sus pares confundiendo al secretario de Naciones Unidas con una mujer y propuso que quizás una ocupe el cargo en la próxima temporada para dar cuentas de que en el organismo también “la discriminación ha terminado”.
Más allá de su participación en esta reunión, la actividad principal de la titular del Ejecutivo será su disertación ante el plenario de la Asamblea de Naciones Unidas, el lunes a las 16.30 (hora de Nueva York, las 17.30 de la Argentina), en un discurso que genera expectativas por ser el último de su mandato.
En la intervención de la Presidenta tendrá especial relevancia la referencia que haga a la reciente resolución de la ONU sobre la relación entre los países y los fondos buitre, una demanda impulsada por nuestro país y aprobada por una abrumadora mayoría de naciones.
El 9 de septiembre último, la ONU aprobó una resolución para frenar el accionar de los fondos buitre, que incluye una serie de nueve principios que tienen por objetivo dar viabilidad a los procesos de reestructuración de deuda soberana encarados por países en crisis.
Aquella votación superó de manera amplia la cantidad de votos necesarios para alcanzar la mayoría simple que requería el proceso, y contó con el apoyo de 136 países, 41 abstenciones, y sólo seis votos negativos (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Israel, Japón y Reino Unido).
En la agenda del octavo y último discurso de Cristina Kirchner en la ONU tampoco estarían ausentes la cuestión Malvinas, el pedido de colaboración internacional en relación a la causa Amia y la apelación a que los países en conflicto cesen en sus acciones hostiles, según pudo saber Télam.
La Presidenta arribó poco antes del mediodía al Aeropuerto internacional JFK acompañada por una reducida comitiva integrada por el al canciller Héctor Timerman; el secretario de legal y Técnica y candidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Carlos Zannini; el titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Oscar Parrilli, y al secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.
La delegación, que se alojó en un hotel de Manhattan cercano al Central Park, se completará mañana por la mañana cuando arribe el ministro de Economía, Axel Kicillof.