El experto en biomedicina de Santiago del Estero, doctor Pedro Yachelini, consideró un gran logro la investigación de científicos, que puede convertirse en una nueva arma contra la enfermedad que azota al mundo.
Un grupo de investigadores de todo el mundo, descubrió recientemente que una molécula activa de la primera línea de defensa del sistema inmunológico es capaz de reconocer y bloquear el famoso “pico” del coronavirus, de todas las variantes conocidas del SarsCoV2, incluida la Ómicron.
La molécula es la Lectina de Unión a Manosa (MBL, por su sigla en inglés), una proteína funcionalmente similar a un anticuerpo que debido a su actividad antiviral puede convertirse en la nueva arma contra el Covid-19.
La noticia, publicada en la prestigiosa revista Nature Immunology, generó entusiasmo en la comunidad científica mundial, ya que se trata de un mecanismo del propio organismo que podría disponerse como barrera para esta enfermedad viral.
Al respecto, el especialista santiagueño, y director del Instituto de Biomedicina de la Universidad Católica de Santiago del Estero, Dr. Pedro Yachelini, aseguró que se trata de “un gran adelanto”, aunque advirtió que si bien “está en su primera etapa de investigación”, abre grandes esperanzas en la lucha contra el coronavirus.
“Me sorprendió la creatividad de estos investigadores, ya que trabajaron en torno de un mecanismo de defensa con el que todos nacemos, por eso es que se denomina inmunidad innata. El cuerpo tiene un sistema inmunológico muy complejo que cumple la función de protegernos de todo tipo de enfermedades patógenas, y también cumple la función de distinguir lo propio de lo ajeno, porque cada persona tiene un sello propio”, especificó.
Analizó que, “al haber personas más propensas que otras a desarrollar el Covid o a temer secuelas, y a partir de investigar la parte genética, estos profesionales han llegado a determinar una serie de moléculas en esa inmunidad innata que, aparentemente, podría ser de utilidad para bloquear al Covid”.
“Esto es aún muy experimental, y de los descubrimientos hasta que se emplee como protección, va a llevar su tiempo. Es muy ingenioso y me parece muy bien que se pruebe todo lo que se pueda probar en la lucha contra esta enfermedad. En estos tiempos se han desarrollado muchos mecanismos, incluso una vacuna, así que está muy bien que se sigan buscando alternativas”, concluyó.
Cómo se encaminó la investigación
El descubrimiento fue publicado en la revista científica Nature Immunology por un grupo internacional de investigadores coordinado por Alberto Mantovani y Cecilia Garlanda, de Humanitas.
“Hace unos años identificamos algunos genes que forman parte de una familia de antecesores de los anticuerpos. Cuando nos enfocamos en estudiar la interacción de esos antecesores de los anticuerpos con el virus SarsCoV2 descubrimos que una de esas moléculas de inmunidad innata, la Lectina de Unión a Manosa (MBL), se une a la proteína de la espícula del virus y la neutraliza”, explica Mantovani.
Cuando apareció la variante ómicron, los investigadores ampliaron el estudio de la estructura de la MBL y descubrieron que también es capaz de detectar y reconocer la variante.
No hay datos sobre la interacción con vacunas
Hasta el momento no hay datos sobre la interacción de este mecanismo de la primera línea de defensa del cuerpo y la respuesta inmune inducida por las vacunas.
“Lo que sabemos hasta ahora es que ese mecanismo de resistencia innata que tiene nuestro organismo también ‘reconoce’ la variante Ómicron, y eso seguramente contribuye a que la primera línea de defensa del cuerpo se sostenga y no caiga, por más que la variante Ómicron sea menos reconocible por los anticuerpos“, continúa Alberto Mantovani en su fundamento.
Y aseguró finalmente que, “eso de ninguna manera va en desmedro lo que ya sabemos: que la protección que brindan las vacunas es crucial, y que siguen siendo nuestro cinturón de seguridad contra el Covid-19.”