Con la inflación en alza de la mano del 4% de enero y un arrastre del 3,5% para febrero, el Gobierno sacó a los inspectores de la secretaría de Comercio y de AFIP a la calle, que se suman a los controles por parte de las organizaciones sociales de Precios Cuidados y Precios Máximos.
“Los precios están todos desordenados”, admitió ayer la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca. “No podemos poner un gendarme en cada supermercado”, reconoció la funcionaria. “El rol del consumidor hay que ejercerlo y de hecho la gente lo hace”, añadió.
Desde el viernes, la secretaría de Comercio Interior a cargo de Paula Español y la AFIP de Mercedes Marcó del Pont comenzaron un control conjunto en hipermercados, supermercados y comercios de proximidad sobre el cumplimiento de precios máximos, que marcó topes a los aumentos en alimentos, bebidas, artículos de limpieza y perfumería. En el primer día, con 53 inspecciones en el área metropolitana de Buenos Aires, hubo infracciones por “valores abusivos” y faltantes de productos del programa Precios Cuidados.
El 4% en el IPC de enero, en línea con el de diciembre, mostró una suba del 4,8% en alimentos. En la segunda semana de febrero el rubro desaceleró pero de todas formas deja un arrastre de 3,5% para febrero según la consultora LCG.
Si bien salieron a la calle los sabuesos de la AFIP, el rol no es de fiscalización impositiva sino de cumplimiento de Precios Máximos, aunque pueden realizar controles bajo la Ley de Abastecimiento, Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial.
El Gobierno quiere ampliar los controles a todas las provincias y para eso se puso en marcha la semana pasada el Consejo Federal de Comercio Interior para coordinar con las provincias las inspecciones.
También integrantes de las organizaciones sociales Movimiento Evita, Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) salieron a chequear los precios en las góndolas durante el fin de semana, aunque en el Gobierno aclararon que son “voluntarios” y que sólo realizan las denuncias a la secretaría como también pueden hacerlo los consumidores de forma individual o las organizaciones.