“Frente a esta pandemia, no podemos permitir que trabas burocráticas perjudiquen el acceso de la población a una vacuna que ha probado su eficacia, seguridad y garantía real de disponibilidad”, dijeron los estados en un comunicado.
El Gobierno ruso, dijo que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil, que alegó falta de datos para no permitir por ahora la importación de la vacuna, recibirá información adicional sobre ella si es que faltara.
“Los retrasos de Anvisa en la aprobación de Sputnik V son lamentablemente de orden político y no tienen nada que ver con el acceso a la información o con aspectos científicos”, dijo la cuenta de Twitter de la vacuna rusa.
“El Ministerio de Salud de Estados Unidos, en su informe anual de 2020 hace varios meses, declaró públicamente que el agregado sanitario de Estados Unidos ‘había convencido a Brasil de rechazar la vacuna rusa'”, agregó.
Los fabricantes de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V rechazaron hoy los argumentos del ente regulador de Brasil para no autorizar la importación de la vacuna e insinuaron que fue una decisión del Gobierno por presiones de Estados Unidos.
Los cinco directores de la Anvisa siguieron la recomendación del área técnica del organismo, que señaló varias “incertidumbres” en relación a la seguridad y eficacia del inmunizante, que aún no fue aprobado tampoco ni en Estados Unidos ni en Europa.
Se espera que el regulador europeo se pronuncie sobre ella en junio, pero Alemania ya dijo que inició contactos bilaterales con Rusia para adquirirla y su estado más rico, Baviera, ya firmó un precontrato para comprar 2,5 millones de dosis.
“Seguiremos adelante con nuestros contactos. Si falta información, será suministrada. No debería haber ninguna duda al respecto”, dijo el vocero del Kremlim, Dmitri Peskov, a periodistas, informó la agencia de noticias rusa Sputnik.
En febrero, la prestigiosa revista médica The Lancet, informó que su eficacia era del 91,6%, un dato que disipó las dudas sobre su fiabilidad.
En un intento de agilizar sus planes de vacunación, estados del norte y noreste de Brasil firmaron contratos con el Fondo Soberano Ruso (RDIF), que financió el desarrollo de la Sputnik V, para adquirir más de 30 millones de dosis.
El Gobierno federal brasileño también adquirió otros 10 millones.
El regulador sanitario de Brasil negó anoche un pedido de varios estados del país para importar la Sputnik V por considerar que le faltan datos técnicos para verificar su seguridad y eficacia.
Nueve estados de Brasil que reclamaban la Sputnik V deploraron la decisión de la Anvisa sobre la vacuna, que fue aprobada para su uso en 61 países, entre ellos en Argentina, y cuya efectividad de más del 90% fue avalada por la revista científica The Lancet.