El presidente Brasileño fustigó a la Casa Rosada por haber instituido la doble indemnización hasta junio de este año.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fustigó hoy la política de Argentina que instituye la doble indemnización por despido hasta junio próximo, al defender la flexibilización de las leyes laborales en su país.
“En Argentina duplicaron el valor de la multa de indemnización con el nuevo gobierno socialista que tienen. No se puede despedir a nadie, entonces mi empresa quiebra pero no puedo despedir a nadie. Nadie va a echar a un buen empleado”, dijo Bolsonaro.
El dirigente ultraderechista habló en un programa de YouTube con uno de sus aliados, el pastor evangelista Silas Malafaia, uno de las principales voces del llamado “anticomunismo” neopentecostal, sobre diversos temas, pero apuntó a la situación argentina al hablar sobre el empleo.
Bolsonaro criticó que en Brasil existen “muchos derechos pero poco empleo” y defendió una mayor flexibilización para poder despedir empleados sin mayores cargas para los empresarios.
“A mí me critican mucho por eso, pero es como un matrimonio, alguien tiene que perder algo. Es como vos, Malafaia, que SOS hincha del Botafogo. Querés ir a la cancha y justo tu mujer te pide ir al shopping”, comentó el presidente.
Según Bolsonaro, pese a la reforma de las leyes del trabajo realizada por el gobierno de Michel Temer de 2017, Bolsonaro sostuvo insólitamente y sin ponerse colorado que “Brasil es uno de los países con más derechos”.
Sin embargo, aclaró que esos derechos están garantizados por la Constitución “pero la situación es que hay más derechos y no hay empleo”.
“Acá es preferible menos derechos y más empleo”, subrayó Bolsonaro.
Brasil terminó 2019 con un desempleo promedio de 11,9 % (12.6 millones de desocupados), contra el 12,3% que se registró en 2018 pero con una mayor precariedad, superior a la de 2016, año de recesión.
El trabajo informal en Brasil fue el mayor desde 2016, con el 41% de la población ocupada en la informalidad, fenómeno calificado por los especialistas como una “uberización” de la economía. De eso, parece que Bolsonaro no habla…