El resultado es parte de un plan de fiscalización más amplio para regular el sector tabacalero y mejorar la recaudación fiscal.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) llevó a cabo un operativo sorpresa en kioscos de todo el país para fiscalizar los precios de los cigarrillos y detectar posibles irregularidades en su comercialización. En total, se inspeccionaron 101 kioscos en diversas localidades, y los resultados mostraron distorsiones significativas entre los precios declarados por los fabricantes y los que los consumidores realmente pagan.
Según el comunicado del organismo, dirigido por Florencia Misrahi, en algunas marcas de cigarrillos, especialmente aquellas que compiten con segundas marcas, se detectaron diferencias de hasta un 200% sobre el precio informado a la AFIP. En contraste, para las primeras marcas, la diferencia fue menor, con variaciones entre el 1% y el 20%, consideradas dentro de los márgenes legales
Este operativo se enmarca en un plan de fiscalización más amplio impulsado por la AFIP bajo la Ley de Bases N° 27.743, que regula la manufactura y comercialización de productos de tabaco. Como parte de este plan, también se está auditando a 43 distribuidoras intermediarias, de las cuales más del 85% resultaron ser contribuyentes apócrifos, conocidos como “de cartón”. Estos distribuidores ficticios habrían sido utilizados para maniobras fraudulentas, afectando la fijación de precios y la evasión de impuestos.
El sistema tributario en el sector tabacalero busca desalentar el consumo a través de una carga impositiva del 76,9% sobre el precio de los cigarrillos. La ley estipula que el precio mínimo, sobre el cual se calculan los impuestos, se actualiza trimestralmente en función de la inflación. Si el precio informado por el fabricante es inadecuado, la AFIP está autorizada a determinar un nuevo valor.