El Lic. Gonzalo Barrionuevo, especialista santiagueño en ciberseguridad y “ethical hacking”, brindó una serie de recomendaciones para no ser víctimas de estas prácticas.
Con los últimos avances informáticos y tecnológicos la sociedad se ha convertido en blanco de múltiples maniobras delictivas, entre ellas la suplantación de identidad en redes sociales, la que se ha vuelto una práctica muy común en entornos virtuales como Whatsapp, Instagram o Facebook, Tinder o Badoo, y se cobra víctimas de estafas a diario.
Según el Lic. Gonzalo Barrionuevo, especialista santiagueño en ciberseguridad y “ethical hacking” (piratería ética), explicó que “se trata de casos en los que cualquier persona o software puede tomar el nombre del usuario, foto de perfil, enviar solicitudes a las personas a quien sigue para crear un perfil falso con el objetivo de utilizar cuentas apócrifas de otras personas incurriendo en un delito penal”.
“En otros casos, los delincuentes logran acceder a las cuentas personales mediante la recopilación de información, causada por la mala configuración de las redes sociales, donde los atacantes no solo pueden cambiar las contraseñas, impidiendo el acceso a la red social o aplicación del afectado, sino que pueden usarlas para solicitar préstamos, contratar servicios a su nombre, realizar ventas de productos ilegales, acoso y pedofilia”, alertó.
Dijo que también hay casos en los que los ciberdelincuentes se hacen pasar por empresas o bancos comunicándose mediante una técnica moderna llamada vishing o timo de doble llamada, la cual aumentó considerablemente en la pandemia y pospandemia.
“En este tipo de delitos, los ciberdelincuentes solicitan códigos o accesos a enlaces o aplicaciones, que reciben por llamadas o textos donde son redireccionados los datos de la persona, usuario DNI, número telefónico, Pin de tarjeta de crédito, claves, entre otros”, amplió.
La Ciberseguridad se ha convertido en una herramienta que diariamente adquiere más relevancia para cualquier ámbito de la vida cotidiana, ya que ayuda a disminuir todo tipo de riesgo de exposición a intrusiones virtuales que pudieran afectar a usuarios y sistemas de información, generando daños físicos de los dispositivos telemáticos y los datos de una persona o entidad empresarial donde este ultimo son los valores más preciados.
Es una práctica que protege redes informáticas.
Acciones para evitar el trabajo de delincuentes
* Navegación segura en la red.
* Proteger datos personales.
* Crear contraseñas fuertes, combinando caracteres alfanuméricos (letras y números).
* Denunciar perfiles falsos.
* Activar la grabadora de llamadas.
* Activar la opción de bloqueo de llamadas entrantes de números privados y spam.
* Si caíste en un fraude online, realiza la denuncia en la entidad que usaron para engañarte; tratá de hacerlo en la Justicia o en la comisaría de tu barrio o localidad. No elimines el correo recibido, ni los enviados, ni los diálogos que hayas tenido con la persona que te contactó, porque todo eso podrá ser usado para resolver el caso.
La piratería ética es una práctica muy empleada como una protección
El término de hacking ético es cada vez más popular, se trata de una práctica a la que muchas empresas tecnológicas o con un nivel de digitalización elevado suelen recurrir.
La piratería ética efectiva se basa en el conocimiento de la red del sistema, el equipo, la interacción del usuario, las políticas, los procedimientos, la seguridad física y la cultura empresarial. A partir de esta conjetura se podría definir qué es el hacking ético.
La protección de los sistemas y redes actuales requiere una comprensión amplia de las estrategias de ataque.
Descubren maniobras para obtener datos personales y Bitcoins a través de correos a nombre de la Policía Federal
La Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (Ufeci) informó sobre una nueva modalidad de estafas a través de correos electrónicos enviados a nombre de la Policía Federal Argentina (PFA) o Interpol en los que se advierte a las víctimas que existe en su contra una investigación penal por “pornografía infantil” o “ciberpornografía”, y se las amenaza con que van a ser detenidas.
Los mensajes, según se informó, buscan obtener datos personales de las víctimas a través de los “descargos” que produzcan frente a los delitos de los que se los acusa, como fotos de sus documentos, que luego puedan ser utilizados para otras maniobras, o, incluso, obtener dinero con un depósito de mil dólares en Bitcoins a cambio de cerrar la investigación.
La Ufeci, a cargo del fiscal general Horacio Azzolín, informó que el contenido de estos mails es falso y que quienes hayan sido víctimas no respondan a los correos ni entreguen dinero y que ante la duda realicen la denuncia en la comisaría más cercana a su domicilio.
Uno de los correos atribuidos a la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal indica que, para respetar la confidencialidad de quien debe realizar el descargo, el remitente espera una respuesta con las justificaciones pertinentes a una dirección de correo electrónico, para que “puedan ser examinados y verificados los hechos con el fin de evaluar las sanciones en un plazo estricto de 48 horas”.
El mismo mensaje advierte que, si no realizan el descargo correspondiente, el expediente se enviará a las asociaciones de lucha contra la pedofilia y a los medios de comunicación para su publicación.
Otro de los correos que circula dice que solo hay una manera para detener la investigación en curso: el envío de un monto de mil dólares en Bitcoins a una cuenta detallada en el mismo mensaje. Esa posibilidad, agrega el remitente, se ofrece por única vez a la víctima y con un plazo perentorio.