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La motosierra llegó al INTI e INTA: Milei modificó dos organismos clave

El Gobierno dispuso la transformación de los dos organismos en el marco de las facultades delegadas. El INTA pasará a la órbita de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. El INTI dependerá de la Secretaría de Industria y Comercio.

Las últimas horas de las facultades delegadas por la Ley Bases fueron cruciales para el Gobierno, que prometió aplicar la motosierra en todos los organismos del Estado. Tal es así que, esta mañana se confirmó la transformación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en un organismo desconcentrado en el ámbito de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. Mientras que, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) pasará a depender de la Secretaría de Industria y Comercio.

En primer lugar, mediante el decreto 461/25, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de gabinete, Guillermo Francos, y los ministros de Economía, Luis Caputo, y de Salud, Mario Lugones, se dispuso la reforma del INTA que tendrá una conducción colegiada por un Presidente designado por el Poder Ejecutivo que será asistido por un Consejo Técnico ad honorem.

“La medida pone fin a una estructura sobredimensionada y opaca”, expresó el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. El Gobierno señaló que en abril de 2025, el INTA contaba con 6.059 empleados (el doble que hace unos pocos años), 2.403 vehículos (uno cada 2,5 agentes), 1.611 celulares, 932 cargos jerárquicos (¡más que cualquier ministerio nacional!), y 450 sedes entre Centros Regionales, Centros e Institutos de Investigación, Estaciones Experimentales, Unidades de Extensión y Centros de Experimentación. El presupuesto de gastos anuales era de $224.000 millones, mientras que los recursos asignados al organismo son de $411.000 millones.

El Ejecutivo señaló que el INTA posee más de 110.000 hectáreas distribuidas en todo el país. De ese total, solo 45.000 están siendo utilizadas para experimentación con fines comerciales y productivos, pero el resto no saben qué ocurre.

Un informe de la SIGEN, según argumentó el Gobierno, reveló importantes deficiencias en el control: viviendas usurpadas, bienes sin inventariar ni asignar, donaciones sin registrar, compras y viáticos sin documentación mínima, asociaciones cooperadoras sin balances ni supervisión.

En cuanto al INTI, el presidente Milei firmó el Decreto 462/25 para reformar el organismo. Según el Gobierno, el instituto tenía una” estructura sobredimensionada y vocación por imponer controles” que obstaculizaban el desarrollo productivo nacional.     

El decreto resalta que el INTI fue “utilizado por la burocracia para hacer todo lo contrario: generar trabas, regulaciones técnicas innecesarias y procesos engorrosos que perjudicaban a las empresas”.

Según el informe oficial, el organismo cuenta con 2.356 empleados y más de 250 reparticiones. A partir de ahora se convertirá en una unidad organizativa dependiente de la Secretaría de Industria y Comercio.” Se pone fin así al modelo utilizado durante años para acomodar militantes y gremialistas,” señaló de decreto.

No hubo consideración ni atención al reclamo de los trabajadores que alertaban sobre el riesgo del desguace de estas dependencias reconocidas internacionalmente durante décadas por su calidad y excelencia, pero a las que el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, descalificó como entes “ineficientes”, cuyos “controles terminaron obstaculizando” el desarrollo.

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