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Pasión y talento joven: estudiantes son reconocidos por su aporte a la literatura y cultura santiagueña

Maldonado compartió sus emociones tras el reconocimiento: “Bastante emocionado por esta oportunidad única de poder presentar mi arte a la gente y que se me dé este espacio es algo que se da muy poco”, expresó al inicio.

Su obra es una novela de ciencia ficción que explora un mundo paralelo en el que fuerzas de la naturaleza invaden el planeta Tierra. “En esta historia se explora mucho lo que son los personajes, sus emociones, sentimientos; invita mucho a la autorreflexión, que es lo que me gusta expresar”, explicó.

Añadió que escribir es una vía de expresión y desahogo: “He escrito desde chiquito y me gusta mucho, el arte es una forma de desahogo y esta rama de la literatura es donde más puedo expresar esas ideas que a veces con palabras no salen. Expreso emociones y vivencias tanto buenas como malas en mi obra, y cada personaje es una parte de mí, una emoción o una vivencia. Es algo que me facilita mucho a la hora de escribir”.

Entusiasmado, Maldonado anunció que su camino como escritor recién comienza: “Ya tengo planeada la continuación de este libro que acabo de publicar. Este es solamente el inicio del camino, tengo muchos más planes por delante”.

Por su parte, Mauricio Almaraz relató cómo la poesía se convirtió en su forma más profunda de expresión: “Empecé con un poemario y allí se encuentran para mí las mayores emociones del autor. Para mí, la poesía es un universo donde el autor se refleja y lo dibuja con palabras”, expresó.

Almaraz describió la poesía como su “máxima expresión” y un medio para liberar emociones: “Para mí, la poesía soy yo en mi máxima expresión y refleja muchas emociones que no salen muchas veces por la boca. La literatura es reflejar lo que uno es y que tantas veces lo calla. Escribir es un desahogo y es algo tan lindo que, por suerte, Dios me dio este don, y estoy muy agradecido”.

Recordó cómo su afición comenzó al encontrar una carpeta de poemas que su padre escribió para su madre. Inspirado por ese hallazgo, empezó a escribir: “Mi papá es mi inspiración. Escribir me permite ser yo sin importarme lo que pase o lo que digan los demás. Ahí encuentro mi lugar seguro”.

Finalmente, Almaraz describió lo que este reconocimiento significa para él: “Es abrir la puerta a seguir escribiendo, a seguir mostrando sentimientos y esperar que las personas que lean puedan evocar el sentimiento que uno quiere reflejar. Todos somos capaces de expresar en letras lo que uno es y de sentir esas emociones que solo la literatura te puede generar”.