El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas se encuentra en estado de emergencia.
En mayo pasado, el CACI ya había declarado el estado de emergencia en la especialidad, señalando la combinación de honorarios reducidos por la inflación y el aumento de costos de insumos esenciales. Esta situación llevó a demoras en la entrega de materiales, poniendo en riesgo la salud de los pacientes que dependen de tratamientos oportunos.
Los médicos destacan que sus intervenciones salvan aproximadamente 200.000 vidas al año en Argentina, y advierten que el aumento de muertes por enfermedades cardiovasculares podría ser inevitable si no se resuelve esta crisis.
En cuanto al tratamiento alternativo para el infarto de miocardio con drogas más costosas y menos efectivas que los stents, los especialistas señalan la necesidad eventual de procedimientos adicionales, aumentando la carga tanto para los pacientes como para el sistema de salud.
Ante la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades competentes, los cardiólogos intervencionistas advierten que podrían intensificar sus medidas de protesta, lo que podría llevar a un daño irreversible en la especialidad médica.
En mayo pasado, el CACI ya había declarado el estado de emergencia en la especialidad, señalando la combinación de honorarios reducidos por la inflación y el aumento de costos de insumos esenciales. Esta situación llevó a demoras en la entrega de materiales, poniendo en riesgo la salud de los pacientes que dependen de tratamientos oportunos.
Los médicos destacan que sus intervenciones salvan aproximadamente 200.000 vidas al año en Argentina, y advierten que el aumento de muertes por enfermedades cardiovasculares podría ser inevitable si no se resuelve esta crisis.
En cuanto al tratamiento alternativo para el infarto de miocardio con drogas más costosas y menos efectivas que los stents, los especialistas señalan la necesidad eventual de procedimientos adicionales, aumentando la carga tanto para los pacientes como para el sistema de salud.
Ante la falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades competentes, los cardiólogos intervencionistas advierten que podrían intensificar sus medidas de protesta, lo que podría llevar a un daño irreversible en la especialidad médica.