En 3 meses se incautaron más de 1.800 celulares en las unidades penitenciarias santafesinas por encima del total de lo secuestrado en los últimos 4 años.
El gobernador Maxi Pullaro inspeccionó el resultado de las requisas, y destacó que “producto del control de las cárceles, y de la imposibilidad de comunicarse, hoy hay delitos que empiezan a bajar” y agregó que la decisión de llevar adelante estas requisas “se tomó en un marco de mucha violencia y criminalidad; y de muchos delitos que, se probaron, se cometían desde la cárcel, con teléfonos celulares”.