La guerra podría encontrarse en un punto de inflexión, por eso Kiev reclama más armas a sus aliados.
MOSCÚ, Rusia. Rusia informó ayer que sus soldados estaban haciendo retroceder a las fuerzas ucranianas y que Moscú reforzaría su ejército agregando dos nuevas fuerzas y 30 nuevas formaciones para finales de este año.
Rusia, que invadió Ucrania en 2022, retiró rápidamente algunas de sus fuerzas en el este y el sur después de extenderse demasiado, pero avanzó lentamente después de una contraofensiva ucraniana el año pasado, que no logró avances significativos.
El país invasor controla algo menos de una quinta parte de Ucrania y el presidente, Vladimir Putin, ordenó a las tropas que siguieran avanzando después de que Moscú tomara la pequeña ciudad de Avdivka (Avdeyevka, en ruso), en el este de Ucrania, el mes pasado.
“Grupos de tropas rusas siguen expulsando al enemigo de sus posiciones”, proclamó el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, ante a los generales de alto rango.
Añadió que “Estados Unidos y sus satélites están muy preocupados por el éxito de las Fuerzas Armadas rusas” y precisó que “la agrupación combinada de tropas seguirá aprovechando los éxitos logrados y aumentando el impacto de fuego real sobre objetivos enemigos”.
Rusia, que reclutó a cientos de miles de soldados contratados, creará dos nuevas fuerzas y 30 formaciones, incluidas 14 divisiones y 16 brigadas, anticipó Shoigu.
Los jefes de espionaje occidentales afirman que la guerra podría encontrarse en un punto de inflexión, ya que Kiev necesita más armas de sus aliados occidentales para evitar más reveses en el campo de batalla.