Antes de viajar a Polonia, el Sumo Pontífice instó a los jóvenes a “asumir la vida como está” y “jugársela”.
El Papa Francisco recordó a los jóvenes que “en el mundo se está jugando un partido en el que no hay lugar para los suplentes” y les animó a afrontarlo como “titular”, con “valentía” y “asumiendo la vida como está”.
“Quiero decirles que miren siempre hacia adelante, miren siempre a los horizontes, no dejen que la vida le ponga muros delante, siempre mirar al horizonte. Siempre tener el coraje de querer más, más, más. Con valentía”, recomendó el Papa en un mensaje en castellano grabado y dirigido a un grupo de jóvenes reunidos en Brownsville, Texas (Estados Unidos), cerca de la frontera con México, para unirse espiritualmente a los participantes de la Jornada Mundial de la Juventud de Polonia.
Francisco, que subrayó la importancia de tener en consideración “la herencia recibida de los mayores”, pidió a los jóvenes que “asuman la vida como está” y hagan el bien a los demás.
“Yo sé que algunos de ustedes me preguntará: “Padre, sí, usted nos habla de mirar horizontes y de recordar cosas, pero hoy, ¿qué hago?” ¡Jugate la vida! Hoy asumí la vida como está y hacé el bien a los demás”, refirió el pontífice.
Y añadió: “Hoy se está jugando en el mundo un partido en el que no hay lugar para los suplentes, o jugás de titular, o estás afuera. Tomá la memoria recibida, mirá el horizonte y, hoy, asumí la realidad y llevala adelante, hacéla fructificar, hacéla fecunda. ¡Dios te llama a ser fecundo!”, exclamó.
“¡No tengas miedo! No tengas miedo ¡Jugátela toda!. La vida es así”, concluyó.
En Polonia, Francisco tiene un programa repleto de actos, en los que pronunciará 10 discursos, todos en italiano excepto uno en castellano, y entre los que destacan la misa que celebrará en lugares símbolo de la tradición católica como el santuario de Jasna Góra, en Czestochowa, sus visitas al santuario de la Divina Misericordia y el dedicado a Juan Pablo II.
Después participará en los actos relacionados con la JMJ como el Vía Crucis, la vigilia y la misa final con los jóvenes.
El 29 de julio, como ya hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI, recorrerá en silencio los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Bikernau, donde verá a algunos supervivientes.