Si bien la mayoría de los casos no presenta gravedad, son dolorosos y deben ser tratados por un especialista. Los menores pueden presentar ronchas, hematomas e intensa comezón en la zona lesionada.
Durante el verano aumenta la actividad de ofidios, arácnidos e insectos. En Santiago, debido a las altas temperaturas y el alto porcentaje de humedad registrado en el ambiente en el último tiempo, estos animales proliferaron de una forma inusual y provocó lesiones, aunque leves, generalmente en los niños. Así lo confirmaron desde los centros asistenciales de la provincia, en donde asisten a diario a una importante cantidad de menores con picaduras provocadas, generalmente por insectos, y si bien son lesiones inofensivas, generan temor en los adultos por la manifestación del ataque en el cuerpo del niño.
“Por la lesión, por la marca que los insectos dejan en el cuerpo, cualquiera puede pensar que es algo grave. Sin embargo se curan sólo con una pomada. De estos casos estamos recibiendo permanentemente. Se trata de niños que han sufrido la picadura de algún insecto y como consecuencia de ese ataque presentan una lesión tipo hematoma, picadura intensa, ronchas e incluso a veces se siente cierta fiebre en la zona. Pero sólo dura unos minutos y en algunos casos varias horas, pero no son casos graves”, indicaron desde las Upas de la Capital.
En tanto que en el Cepsi, sucede lo mismo.
“Por suerte, ningún caso registra gravedad, pero hay varios niños con picaduras. A ellos se los asiste, se evalúa el tipo de picadura y con pomadas, la lesión cesa. Pueden ser un poco dolorosas e incómodas, pero no son graves. Las “juanitas”, por ejemplo, provocan una lesión tipo quemadura, pero es inofensiva. Sin embargo hay que estar atentos a los escorpiones y las arañas, porque en esta época proliferan considerablemente”, advirtieron.