Se impuso por casi tres puntos sobre el FpV y convocó a “un cambio de época sin revanchas”. Reiteró los objetivos de pobreza cero y de enfrentar al narcotráfico. “Sos un justo ganador”, le dijo Scioli al reconocer la derrota.
El líder de Cambiemos, Mauricio Macri, se convirtió ayer en el presidente electo y sucesor de Cristina Fernández de Kirchner al superar por casi tres puntos porcentuales al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, en un histórico balotaje, tras lo que convocó a un “cambio de época” en el país sin “revanchas o ajustes de cuentas”. Anoche, cuando se llevaban escrutadas el 98,24 por ciento de las mesas, la fórmula Macri-Gabriela Michetti sumaba el 51,46 por ciento de los votos contra el 48,54 del binomio oficialista Scioli-Carlos Zannini.
El triunfo de Macri se basó, sobre todo, en prácticamente un empate en la provincia de Buenos Aires -la diferencia de votos entre ambos candidatos a favor de Scioli fue de unos 200 mil votos- con la particularidad de que el Gran Buenos Aires se mantuvo en manos del oficialismo.
Para la victoria del jefe de Gobierno porteño fueron también claves los demás distritos de mayor peso electoral, con grandes diferencias especialmente en Córdoba, así como la Capital Federal, Córdoba y Santa Fe. El frente Cambiemos, que integran el PRO, la UCR y la Coalición Cívica, también se impuso en Mendoza, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, La Rioja y Jujuy. Ante sus seguidores en el centro de campaña de Costa Salguero, un Macri emocionado afirmó que su triunfo representa “un cambio de época” y que “este cambio no puede detenerse en revanchas o ajustes de cuentas”. “Es un día histórico.
Es un cambio de época y como tal es un cambio que nos tiene que llevar hacia el futuro, a las oportunidades que necesitamos para crecer, para progresar. Por eso este cambio no puede detenerse en revanchas o ajustes de cuentas”, afirmó.
Luego de convocar al electorado a “construir una Argentina con pobreza cero, enfrentar al narcotráfico” y “mejorar la calidad democrática”, agregó: “No me abandonen que el 10 de diciembre empieza una etapa maravillosa de la historia”. Con la tendencia irreversible en el escrutinio provisorio, Macri recibió el llamado telefónico de la presidenta Cristina Kirchner, quien lo felicitó y convocó a una reunión para el próximo martes a las 19 en la Quinta de Olivos a fin de comenzar a evaluar detalles de la transición, que apenas tendrá 18 días.
El jefe de Gobierno porteño, acompañado por su jefe de campaña, Marcos Peña y sus aliados Ernesto Sanz y Elisa Carrió, así como por Gabriela Michetti y la gobernadora electa de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, pidió “especialmente a aquellos que hoy no” lo votaron “que se sumen” a su propuesta.
“La Argentina necesita que todos desarrollemos nuestras capacidades, esa Argentina que soñamos se los vuelvo a reiterar, no va a ser fruto de un iluminado, de uno que lo sabe todo, que tiene todas las soluciones”, agregó. Poco antes, Daniel Scioli había reconocido la derrota y, tras confirmar que llamó a Macri para felicitarlo, pidió que “Dios ilumine” al Presidente electo para que haya un “cambio superador en el país.
“Por la voluntad popular se ha elegido al próximo Presidente, al ingeniero Mauricio Macri, a quien acabo de saludar, deseándole éxitos”, señaló Scioli al hablar en el búnker oficialista en el hotel NH del centro porteño. El gobernador de Buenos Aires, quien se impuso por escaso margen en su provincia y en prácticamente todo el Norte y el Sur del país, subrayó: “Se optó por un cambio, Dios quiera, ilumine, al ingeniero Macri para que ese cambio sea superador para el país y para el pueblo”.
Los comicios se desarrollaron con normalidad, sin denuncias de irregularidades y con una participación similar al de las últimas elecciones nacionales superando el 80 por ciento del electorado. Los ciudadanos se inclinaron poco por el voto en blanco: sólo el 1,38 por ciento se pronunció de esa forma a pesar de la campaña de la izquierda, mientras que los sufragios nulos también se ubicaron en un bajo nivel, con el 1,05 por ciento.