La policía intuye que detrás de la fachada subyace una maniobra para garantizar al asiático la ciudadanía argentina. Una abogada presentó ayer una eximición de prisión por la verdulera.
Una santiagueña de la ciudad Capital y un ciudadano chino se habrían presentado en el interior del departamento Choya y le ofrecieron a una mujer $ 150.000 y cuotas de $ 7.000, como paga para que accediese a entregar a uno o dos niños para ser adoptado por el asiático. El objetivo sería efectivamente inscribirlo como hijo, no llevárselo, con la sola idea de que ese hecho le permitiera al extranjero lograr la ciudadanía argentina.
Intervino la Subcomisaría de Villa La Punta, aunque el caso ahora está a cargo de la Seccional Nº 23 y la fiscal Nadia Rocío Fringes. La policía trabajó el martes en el paraje San Rafael (Choya) realizando un relevamiento por las inclemencias climáticas.
En esa ocasión, fueron advertidos por Silvia Petrona Infantes, de 44 años, quien entre hijos y nietos suma diez menores. Infantes habría revelado a la policía que el lunes arribó a la zona una sobrina y un ciudadano chino en una combi blanca marca Iveco Daeli.
Añadió que aquella mujer sería una sobrina apodada “Chacho”, con domicilio en el Bº Santa Lucía. “La femenina manifestó que su sobrina vino en compañía de un hombre, de nacionalidad china, y le ofrecieron $ 150.000 para que le dé uno o dos niños para anotarlo con el apellido del chino”, precisó la policía. “Sólo le pondrían el apellido nada más”, acotó.
“.. .Que por mes, aparte le darían $ 7.000 para los gastos del niño”. Según los funcionarios, Infantes les reveló el hecho y les aseguró que teme por su integridad física, como las de sus hijos y nietos.
Sin perder tiempo, la Fiscalía dispuso que: “se realice un informe, se consulte con la planta verificadora de la policía sobre el dominio del vehículo y se vuelva a consultar”.
En forma simultánea, la policía ya habría realizado procedimientos y determinó que “Chacho” residiría en calle Lavalle y que tendría fluidos contactos con ciudadanos chinos, dado a su actividad laboral como verdulera.
Es más, Infantes no habría sido la primera en el listado, sino la tercera. Primero el chino habría sugerido la curiosa transacción a una prima de “Chacho”; después a la propia “Chacho” y la tercera opción fue la tía de San Rafael, quien no se guardó para así la atípica visita y dio inmediato aviso a la policía.
“Supresión y suposición del estado civil y de la identidad”
Para los expertos del Derecho, el delito perseguido sería “supresión y suposición del estado civil y de la identidad” en grado de tentativa. La Ley sostiene: “Se aplicará prisión de uno (1) a cuatro (4) años al que, por un acto cualquiera, hiciere incierto, alterare o suprimiere el estado civil de otro. Se impondrá prisión de dos (2) a seis (6) años: A La mujer que fingiere preñez o parto para dar a su supuesto hijo derechos que no le correspondan; B, Al que, por un acto cualquiera, hiciere incierto, alterare o suprimiere la identidad de un menor de diez (10) años, y el que lo retuviere u ocultare”.
“Será reprimido con reclusión o prisión de tres (3) a diez (10) años, el que facilitare, promoviere o de cualquier modo intermediare en la perpetración de los delitos comprendidos en este capítulo, haya mediado o no precio o promesa remuneratoria o ejercido amenaza o abuso de autoridad. Incurrirán en las penas establecidas en el párrafo anterior y sufrirán inhabilitación especial por doble tiempo que el de la condena, el funcionario público o profesional de la salud que cometa alguna de las conductas previstas en este capítulo”.
“Blindaje” con una eximición de prisión
La abogada Nuria Kippes habría presentado ayer un pedido de eximición de prisión a favor de la verdulera citada por Infantes, resuelta en evitarle riesgos contra su libertad ambulatoria. Prima facie, el escrito habría ingresado al sistema judicial de Frías, vía que Kippes, sospecha, le permitiría impermeabilizar a su representada contra cualquier procedimiento y/o detención. Asimismo, al cierre se desconocía el paradero del ciudadano chino, ya que ambos han sido citados como la pareja que se presentó y ofreció un curioso negocio.
Para los investigadores, lo que nadie habría verbalizado es que la mentada “adopción” quizá sería la vía para favorecer al asiático los trámites de nacionalidad en nuestro país. Ese cometido experimentaría un envión decisivo, al adoptar a un niño argentino.