Pese a que reparamos en su presencia sólo cuando brotan por una gran alegría o una profunda tristeza, al picar cebolla o cuando se nos mete una piedrita en el ojo, las lágrimas están siempre presentes. No son todas iguales, hay tres tipos diferentes
Lágrimas basales: son las que lloramos todo el tiempo y son producidas por las glándulas lagrimales, de meibomio y las caliciformes. Cada persona genera una media de 300 mililitros diarios de lágrimas. Constantemente, llegan al ojo y se van a través del punto lagrimal. Poseen tres capas: una proteica -en contacto con la superficie corneal-, la del medio -más abundante de agua- y la externa -de lípidos-. Además, las lágrimas contienen una gran cantidad de factores de crecimiento que estimulan la cicatrización en caso de producirse una úlcera, y nutrientes como glucosa, que forma parte del principal combustible de las células. Su función es lubricar y nutrir la superficie ocular, y si los ojos están sanos, no se nota su presencia.
Lágrimas reflejas: son las que produce el ojo cuando ingresa un cuerpo extraño o al cortar una cebolla -debido a la liberación de ácido sulfénico y propanotial-. Son un mecanismo de defensa del organismo al intentar barrer el cuerpo extraño o diluir el agente irritante, aumentando su producción. Además de producirse en grandes cantidades, contienen anticuerpos que protegen frente a gérmenes y bacterias.
Lágrimas emocionales: son las que se liberan durante un estado de tristeza o felicidad, y contienen mayor cantidad de hormonas. Diversos estudios han descubierto que las emocionales tienen un contenido más alto en hormonas de estrés, como la ACTH o encefalina. Así, al llorar, se elimina parte de las hormonas que producen estrés y, simultáneamente, un calmante natural -encefalinas- promueve una sensación de bienestar.
¿Por qué son saladas?; Porque el organismo es salado, es decir, el medio interno como la sangre y restos de fluidos -como el sudor- son salados. Esto se debe a dos electrolitos del cuerpo -sodio y potasio-, que regulan el pasaje de líquido a los diferentes tejidos corporales mediante la generación de un gradiente osmótico, responde Ribes Escudero, quien es miembro de la Sociedad Argentina de Superficie Ocular e integra el servicio de Oftalmología del Hospital Alemán. La alteración de esa concentración no es buena. En las personas con diabetes se da otro tipo de alteración. En ellas se incrementa el componente de glucosa, lo que les otorga a las lágrimas un sabor más dulce, cualidad que se podría emplear para monitorear los niveles de glucosa a través de las lágrimas, precisa el especialista.
¿De dónde viene la expresión lágrimas de cocodrilo?; Proviene de la antigua creencia de que los cocodrilos lloran mientras devoran a su presa. Esto no se debe a que el cocodrilo sienta tristeza, sino a un reflejo en donde al masticar se estimula la producción de las glándulas salivales y lagrimales. Se atribuye esta expresión a aquellas personas que lloran simulando una pena, como los chicos cuando hacen berrinches. También, existe un síndrome denominado lágrimas de cocodrilo, que se observa en pacientes que sufren parálisis facial y liberan lágrimas al masticar.
¿Qué es el ojo seco?; El 80 % de los ojos secos se debe más a una alteración en la calidad de la lágrima que a la cantidad de ésta. Se observa en una de las capas de la lágrima, la lipidia, producida por las glándulas de meibomio, ubicadas detrás de las pestañas. La principal causa de su disfunción es la obstrucción de sus orificios, producto de coágulos lipídicos o membranas fibrosas que cubren el drenaje. Esto genera un sobrecrecimiento de bacterias en su interior y en la base de las pestañas.