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Alberto Fernández convocará a sesiones extraordinarias apenas asuma

¿Cuáles son las leyes que quiere aprobar? Alberto Fernández está obligado a negociar con Juntos por el Cambio porque en Diputados es la primera mayoría. La instrucción del presidente electo es tratar de lograr consensos básicos para la etapa que viene.

La decisión está tomada. Antes de viajar a México, el presidente electo Alberto Fernández terminó de definir los ejes centrales de las leyes que buscará aprobar apenas asuma y pronuncie su primer discurso ante la Asamblea Legislativa el 10 de diciembre próximo. Convocará a sesiones extraordinarias, según fuentes calificadas informaron a Infobae, debido a la crítica situación del país y buscará aprobar el presupuesto 2020, la creación del Consejo económico social, el Consejo de Seguridad y el pago de la deuda externa.

Ya hay contactos informales entre los principales hombres del Alberto Fernández y dirigentes de lo que en 36 días será la oposición al nuevo gobierno. El diputado electo y futuro presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, habló con quienes serán los jefes de bloque del interbloque Juntos por el Cambio: Cristian Ritondo (PRO) y Mario Negri (UCR).

Alberto Fernández está obligado a negociar con Juntos por el Cambio porque en Diputados es la primera mayoría. La instrucción del presidente electo es tratar de lograr consensos básicos para la etapa que viene. Ya dijo en público y en privado que el año próximo será un año difícil.

La vicepresidenta electa también está al tanto de la necesidad del nuevo gobierno de entrar a gobernar desde el minuto cero. Ahora y hasta el 11 de noviembre se quedará en Cuba, donde visita a su hija Florencia, quien permanece en ese país por un tema de salud. Antes de viajar mantuvo una reunión a solas con Massa. Uno de los temas que hablaron de la convocatoria a extraordinarias y las leyes que son prioridad para el nuevo gobierno. “Con Cristina quedamos en que cuando vuelva del Cuba seguimos en el armado de las leyes que vamos a tratar en extraordinarias”, contó Massa después en una reunión con sus colaboradores.

Otra definición del presidente electo es avanzar en los equipos que trabajarán con el gobierno de Mauricio Macri. Vilma Ibarra, Santiago Cafiero, Gustavo Béliz y Eduardo “Wado” de Pedro se reunieron en los últimos días para coordinar la transición. Además, cada uno mantiene sus reuniones por separado por los temas que tienen a su cargo.

Indicaron que el presidente electo les pidió extrema discreción en las políticas públicas y medidas que se van a tomar a partir del 10 de diciembre. No quieren adelantar nada de lo que planean hacer en medio de las transiciones. “Todavía no tenemos los números que nos va a dejar Macri”, dijo ayer Santiago Cafiero, el único autorizado por Alberto Fernández para informar sobre lo que viene. Los  únicos datos son los públicos, al menos por ahora.

Desde esta semana habrá un equipo de técnicos integrado 40 personas del Frente con Todos para ir área por área con los funcionarios de Macri, y llegar al 10 de diciembre casi con todo el trabajo previo hecho.

En paralelo, se definen las leyes que necesita Alberto Fernández en medio de una crisis económica que ahora se agudiza con todos los aumentos que se vienen y preocupan al presidente electo, además de la negociación con el FMI, que ya mostró su disposición a colaborar, lo mismo que hizo el presidente de los Estado Unidos, Donald Trump, noticia que fue muy bien recibida en las oficinas de la calle México.

La creación del Consejo económico y social es una de las prioridades de Alberto Fernández, que habló mucho en la campaña y después de ganar las elecciones. Se trata de un Consejo que reúna a los distintos sectores, empresarios, sindicatos y trabajadores paran poder acordar temas que son centrales para el nuevo gobierno: precios y tarifas.

El presupuesto, la “ley madre” como la llaman en el Congreso, es otra ley urgente porque define las pautas económicas de 2020 y cómo va a distribuirse el gasto. El presupuesto ya fue enviado al Congreso por Mauricio Macri, pero a criterio del equipo de economistas que trabajan con Alberto Fernández debe “ajustarse” a la situación actual de la economía y además, como cree el ala política, tiene que ser aprobado por la nueva composición del Congreso que asumirá en sus bancas en 10 de diciembre.

La reestructuración de la deuda es un tema también urgente y Alberto Fernández quiere reeditar el esquema que planteó Néstor Kirchner en 2003: primero negociar con los acreedores externos y luego y después buscar la aprobación de ese acuerdo en el Congreso.

Otra área central para conseguir el aval legislativo en acuerdo con la oposición es la creación del Consejo de Seguridad, tema en el que trabajó toda la semana pasada Gustavo Béliz. Se trata de un Consejo que reemplace al ministerio y que agrupe a las fuerzas de seguridad y que sea aprobado por el Congreso, ya que la vocación del presidente electro es que la seguridad sea tomada como política de Estado. ¿Será Béliz el ministro designado para liderar el futuro Consejo de Seguridad? Esa es la idea de Alberto Fernández.

Es muy estricto a la hora de trabajar, prefiere mantener el perfil bajo, dedicarse a las reformas y no hacer declaraciones, según contó a Infobae la fuente que mejor lo conoce. Respeta además el pedido de Alberto Fernández que les hizo a todos después de su reunión con Macri, al otro día de ganar la elección: discreción absoluta, trabajar en la transición y en las políticas de Estado urgentes (proyectos de ley). Y no contar nada de nada.

Hay dos motivos para ese pedido. El primero es que el presidente electo no quiere dar la imagen de co-gobierno al hacer públicas las medidas que va tomar cuando asuma. Sólo dio luz verde para empezar una negociación con las leyes urgentes para su gobierno.

La otra razón es que también quiere sorprender. La sorpresa es algo que le gustaba a Néstor Kirchner, sorprender a todos con algunas medidas o decisiones políticas. Algunos ya empiezan a ver algunas similitudes entre el presidente electo y su amigo fallecido en lo que se refiere a la forma de gobernar.

Por esa razón, tampoco quiere dar a conocer su gabinete. Quiere hacerlo más cerca de la fecha de su llegada a la Casa Rosada. Quiere sorprender, aunque hay decenas de nombres dando vuelta, también porque él ya hizo ofrecimientos. Pero además quiere evitar un desgaste anticipado de sus futuros ministros. “El país que viene no es fácil”, es la frase que repitió en varias de las reuniones que tuvo en los últimos días.

Además, está enojado porque sabe de los rumores, para él muy mal intencionados y distribuidos desde el Gobierno, sobre un supuesto mal estado de salud. Alberto Fernández está convencido de que es parte de una campaña que busca debilitarlo antes de que Macri le ponga la banda presidencial.